Qué es la cuarentena optativa que analiza Alberto Fernández para después del 10 de mayo

Desde que el 20 de marzo el presidente Alberto Fernández estableció la cuarentena obligatoria para paliar los efectos del coronavirus en Argentina, el confinamiento ha tenido distintas fases y características, lo que ha sido posible gracias a una curva de contagios aplanada y con zonas del país donde la enfermedad no llegó o bien está controlada. Fernández sostiene que esa realidad es gracias a la cuarentena, que –entre diversas alternativas– era la herramienta más efectiva para mitigar la propagación de Covid-19.
Actualmente Argentina sigue en cuarentena obligatoria, aunque el panorama varía en distintos puntos del país. En San Rafael, por ejemplo, pudo reabrir la mayoría del comercio, debido a que viven menos de 500.000 habitantes y a que no hay casos positivos de Covid-19. Eso no pudo ser posible en el Gran Mendoza o en otros centros urbanos de más de medio millón de residentes.
Ahora lo que está bajo análisis del presidente Fernández y su equipo de asesores médicos es una cuarentena optativa, la que podría poner en marcha a partir del 11 de mayo, siempre ajustada a que la curva de contagios no crezca.
Según se conoció ayer, el presidente Fernández y los principales exponentes de la oposición están de acuerdo en avanzar hacia esa nueva etapa de lucha contra el coronavirus, donde la conciencia social sería la principal protagonista, teniendo en cuenta que permitiría a los argentinos realizar una vida “casi normal”, aunque con las medidas preventivas necesarias para que no se descontrole lo que hasta hoy es un logro.
Si se aplica esa “cuarentena optativa” entre el 11 y el 25 de mayo y la curva de contagios continúa achatada, pues Argentina habrá dado un enorme paso a la normalización de actividades. Caso contrario, el confinamiento obligatorio volvería a ser decisión del Presidente.
Aún son muchos los cabos sueltos frente a esa suerte de cuarentena administrada por los propios pobladores. Entre esas dudas aparece el sector gastronómico y cultural. Se evalúa si en esa flexibilización que podría darse a partir del 11 de mayo, restaurantes, bares, locales de diversión nocturna, casinos, teatros o cines podrían volver a funcionar y –de ser así– bajo qué protocolo. Está claro que el panorama no será como el anterior a la pandemia, en eso no hay discusión.
En San Rafael, si bien el comercio tradicional volvió a abrir sus puertas tras las nuevas disposiciones provinciales y municipales, siguen sin funcionar gimnasios, bares, boliches, teatros, cines y el casino. Tampoco se permite el ejercicio físico, los eventos sociales, actividades deportivas ni gimnasios.
Los anteriormente mencionados son rubros que, de concretarse una cuarentena optativa, podrían volver a funcionar. Sin embargo, como indicamos al comienzo del artículo, todo dependerá de cómo se comporte la curva epidemiológica, lo que al mismo tiempo estará sujeto a la conducta de cada ciudadano.