¿Qué pasó con Juan Alberto Alonso?

Junto con Silvia Chávez y Humberto Rodríguez, Juan Alberto Alonso es la tercera persona que buscan las autoridades policiales y judiciales sanrafaelinas.
Alonso, de 61 años, falta de sus lugares habituales de asistencia desde el miércoles pasado y las circunstancias de su ausencia son aún un misterio. Lo que tienen confirmado los investigadores es que un utilitario Ranault Duster de su propiedad fue hallado el miércoles en horas de la tarde en cercanías del dique Agua del Toro con las llaves puestas y efectos personales (teléfono celular, documentación, etc.) dentro, y que en el domicilio que el hombre habitaba –en Avenida del Trabajo al 2000- un registro policial encontró las llaves del inmueble en una ventana y, en el interior de la casa, papeles con inscripciones que aún son objeto de pericias pero que estarían destinadas a familiares.
Diario San Rafael pudo conocer algunos pormenores de los últimos meses de Alonso, quien desde hace un tiempo venía cursando problemas psicológicos y psiquiátricos que requerían del suministro de medicación. Según fuentes dignas de crédito, Alonso posee la madre y la hermana acá en San Rafael, y el declive anímico del hombre comenzó tiempo atrás con la separación de su esposa, con quien habría protagonizado algún hecho de violencia de género. Esto hizo que la mujer se retirara del hogar que compartían y partiera hacia Buenos Aires, a casa de familiares (tiene 3 hermanas allí).
A partir de entonces, Alonso intentó infructuosamente comunicarse con su pareja, debido a que los familiares de ésta niegan esa posibilidad por el hecho acontecido. Según se estima, esto hizo que el hombre cayera en un cuadro depresivo. El psiquiatra le recetó medicamentos para tratar su patología pero se habría negado a tomarlos, y en diversas ocasiones manifestó su intención de quitarse la vida. “Siempre decía que iba a encadenarse y tirarse a un lago”, confió a Diario San Rafael un conocido de Alonso.
Alonso es psicólogo y piloto comercial, pero desde hace mucho tiempo no ejercía ninguna de esas actividades, y vivía de la renta que le brindaban un par de inmuebles que poseía, tanto en la Villa 25 de Mayo como en nuestra ciudad.
El destino de Alonso aún no ha sido determinado, pero la principal hipótesis que manejan la policía, la fiscalía actuante y su círculo de allegados es que el hombre se arrojó a las aguas del embalse de Agua del Toro. Con el paso de las horas, es posible que desde la justicia se ordene la actuación de buzos especializados a fin de intentar dar con el cuerpo del hombre desaparecido.