A casi cinco meses del discurso que pronunció ante la Asamblea Legislativa, el presidente Alberto Fernández reveló ayer en qué consiste la anunciada reforma judicial que propone su gobierno y que, como se había anticipado, no se trata solamente de un proyecto de ley sino de varias iniciativas que correrán a distintas velocidades.
En el salón Blanco de la Casa Rosada y frente a los integrantes del Consejo Consultivo de juristas notables que lo asesorará, entre otros asuntos, en el propósito de ampliar la cantidad de jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación; a la vicepresidenta de la Corte, Elena Highton de Nolasco; y de funcionarios de la primera línea del Gabinete, como la ministra de Justicia, Marcela Losardo, Fernández leyó un mensaje en el que explicó su propuesta.
Antes de especificarla, realizó un repaso histórico del funcionamiento del Poder Judicial en el último medio siglo y señaló que “la vigencia del derecho reclama como indispensable que el sistema judicial se apegue a las normas” y que “semejante poder debe estar en manos de personas dignas, que no sean permeables a ningún tipo de presión”.