El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, presentaría el miércoles un proyecto de ley que anularía de hecho una parte del acuerdo con Bruselas para el Brexit «blando», la salida ordenada del país de la Unión Europea. El artículo clave sería sobre la frontera de Irlanda del Norte.
¿Cómo sería la articulación entre la República de Irlanda y el territorio de Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, una vez que Londres complete el proceso del Brexit? Todavía está por verse, si Boris Johnson logra que el Parlamento le apruebe el proyecto que presentaría esta semana, informó el Financial Times.
De acuerdo con el sitio británico The Sun, Johnson le dijo a Bruselas (sede administrativa de la Unión Europea) que el 15 de octubre es la fecha máxima para acordar el Brexit «ordenado», pero con apenas algunas semanas para ese día todavía falta debatir temas complejos, como el derecho de pesca o el sistema de subsidios en Irlanda del Norte.
El plan que fue aprobado en el Parlamento británico el 31 de diciembre de 2019 estipula que el Reino Unido tendría que informarle a Bruselas si hace cambios en su política de subsidios en Irlanda del Norte porque eso repercutiría en la competitividad del bloque europeo.
Además de los mismos subsidios, Irlanda del Norte tendrá las mismas reglas aduaneras e impositivas que el resto de la Unión Europea.
Pero Johnson buscará esta semana un sistema fluido para el comercio entre Gales, Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, y esa ley, de aprobarse, anularía de hecho los términos acordados a finales de 2019 con Bruselas porque los juzgados en Gran Bretaña e Irlanda del Norte se apegarían a esa legislación antes que a los acuerdos internacionales.
Así arranca la octava ronda de negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea para su «Brexit blando» (con términos claros sobre comercio y aduanas). De momento Johnson aclaró que en su opinión al país le conviene un «Brexit duro» porque «prosperaría enormemente» sin las regulaciones del bloque.
Según el Financial Times, la nueva legislación propuesta por Johnson «diluiría» las regulaciones de tarifas, impuestos y subsidios a diversas industrias en un plan que fue descrito por una fuente del medio como un esfuerzo «claro y a conciencia» de atacar partes del protocolo.
