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martes 23, de abril , 2024

Ser mamá en Mendoza: cuánto influye el nivel educativo a la hora de tener hijos

En Mendoza las mujeres tienen en promedio un total de 2 hijos, aunque en la zona rural es levemente superior, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2021 elaborada por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) de la provincia dada a conocer en los últimos días. 

Del informe también se desprende que la escuela juega un papel fundamental en el derecho a decidir. Y es que las gestantes con un nivel educativo bajo, es decir, que no tienen estudios o que alcanzaron hasta un secundario incompleto, tienen un promedio de hijos superior a las mujeres con nivel educativo medio (hasta terciario o universitario incompleto) y alto (terciario o universitario completo o más).

Las estadísticas de la DEIE se lograron calculando la paridez media, que se computa a partir del total de hijos nacidos vivos con relación al total de mujeres. 

“Se obtiene a partir de la información de fecundidad retrospectiva o acumulada y expresa el número promedio de hijos tenidos efectivamente por las distintas generaciones hasta el momento de la encuesta”, expone la cartera al frente de Facundo Biffi en la ECV.

En el relevamiento efectuado durante el 2021, se destaca que en la zona rural la paridez media es de 2,2, mientras que en la zona urbana es de 1,9. 

Las cifras vienen en baja si se compara con años anteriores. Salvo en 2020, cuando no se analizó la Fecundidad en Mendoza. 

En 2019, la paridez media en la zona rural fue de 2,3 y en la zona urbana de 1,9. Durante 2018 fue de 2,4 y 1,9, respectivamente. Números que se repitieron en 2017.

Si se analiza este escenario teniendo en cuenta el nivel educativo, en el bajo, la paridez media es de 2,5 y para quienes alcanzaron un nivel medio y alto, 1,5 y 1,6, respectivamente.

Alejandrina Román, sexóloga y licenciada en psicología, fundadora de CEPAS (Centro de Educación, Pareja y Asistencia a la Sexualidad) indicó que la clave para lograr que las mujeres de la provincia tengan derecho a elegir ser madres está en la educación.

Hay que educar, educar y educar es la única forma de mejorar muchas cosas en la salud, en la planificación familiar y en proyectos de vida y, sobre todo, en el futuro de la mujer”, sostuvo.

Y agregó: “A través de la educación tenés una capacitación básica y una mirada acerca de vos misma como persona diferente. Podés tener una valoración de tu cuerpo y de tu autoestima. Sumado a tener acceso a la información y los cuidados que debes tener desde pequeña y si vas a decidir o no el día de mañana tener hijos, a cómo cuidarte”.

Más edad, más hijos


A medida que aumenta el grupo de edad, aumenta el promedio de hijos. “Esto es lo esperable, ya que en los primeros grupos de edad las mujeres aún no han llegado al final del período reproductivo”, concluye el informe.

En detalle, las personas de 20 a 29 años tienen una paridez media de 0,6; las de 30 a 39, de 1,8. 

Mientras que quienes tienen 40 a 50, la paridez media es de 2,6; y de 50 años y más, de 3,1.

Laura San Martín, del Departamento de Estadísticas Sociales de la DEIE, aclaró que de 14 a 19 años no se consignaron cifras porque “el dato obtenido es un muy bajo y no es estadísticamente representativo”, es decir que “no se podría generalizar a la población”.

En términos generales, las cantidades se han mantenido con algunas fluctuaciones mínimas en los últimos 4 años.

La importancia de educar

De las estadísticas del Ministerio de Salud de Mendoza de los nacidos vivos registrados, según nivel de instrucción y edad de la madre, se destaca que en los últimos años el número de nacimientos viene en descenso en la provincia.

En 2019 nacieron un total de 27.425 niños, en 2020, 23.459 y en 2021, 22.911. De esos totales, el 43%, el 41 y el 40% de los bebés fueron gestados por mujeres con un nivel educativo bajo.

Siguiendo esa tendencia, el embarazo adolescente en Mendoza viene consignando una disminución significativa. En 2018, el 11,2% de los bebés nacidos en Mendoza fueron hijos de madres adolescentes. En 2019 esa tasa descendió a 9,7%; en 2020 pasó a 8,3 y en 2021 bajó a 7,5.

Solo tomando de ejemplo los datos de 2021, 1.671 nacidos fueron gestados por chicas de 15 a 19 años. De estas, 4 nunca asistieron a la escuela y 46 consignaron tener el primario incompleto. 

En tanto, solo 102 alcanzó el nivel primario, 303 el nivel secundario completo y 5 señalaron tener el universitario completo. El resto o no completó sus estudios secundarios o están en proceso de hacerlo.

Miguel Conocente, titular de la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares (DOAITE) de la Dirección General de Escuelas, aclaró: “No podemos ser reduccionistas y decir que hay una única causa de este escenario. Pero sí, podemos hablar de tendencia, podemos pensar que aquellos que menos tiempo de contacto con la escuela y la Educación Sexual Integral (ESI)- que es una herramienta preventiva- y aquellos que tienen menos inserción en la sociedad, a partir de la escolaridad, es esperable que, una de las consecuencias, sea el embarazo adolescente, entre otras”.

Y destacó que desde su área se trabaja con la ESI en las escuelas se busca mejorar la calidad de esta enseñanza, priorizando en los llamados a los docentes con mayor capacitación.

“Nos pasó hace un par de años que los números de embarazo adolescente venían en baja, salvo en un distrito que estaban por arriba del promedio provincial, lo que tuvimos que hacer es ir por las escuelas para ver qué estaba pasando y vimos que el manejo de la ESI que tenían los responsables de la aplicación era malo, entonces lo que hicimos fue realizar una formación focalizada”, comentó el psicólogo.

Acceso a la salud

Valentina Albornoz, jefa del Programa Provincial de Salud Reproductiva, explicó que la estrategia fundamental es llevar la información a todas las poblaciones, ya sea urbana como rural.

Entendemos que el área rural necesita otras estrategias que tiene que ver con accesibilidad, entonces la línea ha sido promover en centros de atención primaria la entrega, en un primer escalón, de preservativos y anticoncepción sin barreras a todo el que lo requiera”, dijo la funcionaria.

Para la especialista, el llamado chip o implante anticonceptivo subdérmico fue clave para que bajara el embarazo adolescente. 

“El segundo escalón en esta estrategia son las consejerías y el acceso a este método anticonceptivo de larga duración y el DIU”, dijo y concluyó que sumado a estos, «el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es un eslabón más en esta cadena que hace a la salud sexual reproductiva y no reproductiva de las personas».

Fuente y fotos: Gentileza El Sol

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