Una familia fue víctima de una violenta entradera en la ciudad de Berisso, provincia de Buenos Aires; cuando un jubilado de 79 años sacaba el auto del garage para llevar a sus nietos de 10 y 13 años al colegio, y fue interceptado por cuatro delincuentes encapuchados y armados, que hasta el momento no fueron detenidos.
Mientras el hombre sacaba el vehículo del interior de la vivienda situada en calle 128 entre 1 y 2, en el barrio Universitario, sobre el ingreso al municipio de Berisso y a tres cuadras de la Universidad Tecnológica, cuatro delincuentes se acercaron a él, y a punta de pistola, lo obligaron a ingresar a la vivienda, donde comenzaron a pedir dinero sin parar. En ese entonces, en la casa estaba la nuera del jubilado, y los dos menores.
Soledad, la mamá de los niños, contó al respecto que “le ofreció 5.000 pesos» a los ladrones, y uno de ellos le contestó que «no le interesaban los pesos, que quería los verdes”.
Encapuchados, con varias armas de fuego, los delincuentes se ponían cada vez más violentos por el pedido de dinero y joyas por lo que en un momento uno de ellos los amenazó de la peor manera.
El delincuente apoyó la pistola sobre la cabeza de uno de los menores, y amenazó a Soledad: «Te mato a un pibe, elegí a cuál querés más».
“Traté de calmarlo y le dije que iba a entregarle todo el dinero que tenía”, contó la mujer quien afirmó que acto seguido a ella y a los hijos los encerraron en el baño y desde el interior escuchaba como golpeaban a su suegro, a quien le robaron la jubilación entera, «y una cantidad de dólares, que todavía no conozco”, contó Soledad.
“Le dieron culatazos, trompadas y cuando cayó al piso, le pegaron patadas también”, relató la mujer.
Como consecuencia de la brutal paliza que sufrió el hombre mayor quedó con secuelas adicionales tales como “moretones en varias partes del cuerpo, especialmente en la espalda y en los brazos”.
Luego de varios minutos los delincuentes huyeron de la vivienda con 800 dólares, 5.000 pesos, dos alianzas y el auto del jubilado.
La familia realizó la denuncia y el abuelo de los niños tuvo que ser atendido en el Hospital de Berisso donde le hicieron dos puntos en la cabeza por los golpes recibidos.
«Uno de estos pibes, que deben tener entre 20 y 25 años estaban encapuchados y con barbijos, corrió el auto de lugar y luego escaparon con el Peugeot 308 blanco de mi suegro”, expresó la mujer.
Fuente: Crónica
