SECCIONES
  • Nadie debería creerse perfecto, ni preocuparse demasiado por el hecho de no serlo. | Bertrand Russell

viernes 19, de abril , 2024

Trabajan desde la genética para aumentar la producción de frutas en Mendoza

Desde el Instituto de Desarrollo Regional (IDR) consideran que en un mundo interconectado cuya competencia crece día a día, la producción frutícola mendocina se ve en la necesidad de adaptarse para mantener mercados y poder ganar otros. Si bien cada especie de fruta tiene sus particularidades, algunos puntos generales en los que se trabaja son el uso de nuevas variedades y la mejora en la precocidad, siempre con la intención de dar más apertura.
El coordinador técnico del IDR, Alfredo Baroni, explicó a FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, que el organismo llevó a cabo algunos proyectos vinculados al mejoramiento genético del durazno para industria, los cuales ya se han concluido.
Prácticamente lo que se busca es ampliar la cosecha, teniendo en cuenta que ese durazno en el caso de Argentina, se produce únicamente en Mendoza y que nuestra provincia es la quinta productora a nivel mundial. Un problema existente es la cosecha, pues ese proceso se da en tres meses a lo sumo, lo que implica tener una infraestructura industrial muy grande para poder trabajar en únicamente ese tiempo.
Con el objetivo de generar nuevas variedades, surgió este programa que tendrá efectos a largo plazo, pues hay que hacer alrededor de tres mil cruzamientos para tener una variedad viable. Las 300 semillas que se consiguen hay que plantarlas en otro lugar, esperar a que emerjan e inducir la producción. Recién una vez que empieza a producir se puede evaluar la fruta, la fecha de cosecha y el rendimiento, lo que implica varias plantas de la misma variedad.
Baroni explicó que están trabajando con cruzamientos genéticos, que se inician en Estados Unidos (en especial, en la zona de California), Europa y en menor medida en Chile y Sudáfrica. Después es necesario probarlos para ver cómo se adapta la planta a las condiciones locales.
Actualmente tienen en análisis 14 variedades: cuatro de durazno de industria, tres de durazneros frescos y siete de nectarines, provenientes de Estados Unidos, Italia y Chile.
Hasta ahora, los resultados indican una alta productividad y se destaca la firmeza de la pulpa. De hecho han sido concebidas para cosecha mecánica por vibración, de modo de caer y no machucarse.
Cabe decir que la importación implica un trámite nada sencillo, porque se debe garantizar la sanidad de ese material, para lo cual se requiere un permiso del Senasa. En la fruticultura hubo avances en la cereza, no obstante –lamentó Baroni– la poca confiabilidad que tiene el país, hace que sea más difícil llevar a cabo el proceso.

Download PDF

Click para descargar o imprimir la nota

La información justa siempre con vos!

MÁS LEÍDAS

MÁS LEÍDAS

Noticias Relacionadas

¡Bienvenido de nuevo!

Inicie sesión en su cuenta a continuación

Recupera tu contraseña

Ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer su contraseña.

Agregar nueva lista de reproducción