Padre José Ceschi
«El trabajo es fuente de energías y esperanzas. Aunque nos exija sacrificios y renunciamientos y a veces nos provoque rebeldías, gracias a la actividad que nos demanda sentimos afirmar nuestra personalidad, valorizando nuestra capacidad de lucha por la vida» (Chatenet).
En esta misma línea, Juan Pablo hablaba a trabajadores italianos (19.3.95) cuando expresaba:
«Adiferncia de cuantos consideran el trabajo como una mercancía y al hombre como un instrumento de producción, la Iglesia, fiel a la palabra de Dios, subraya constantemente el principio según el cual ‘el trabajo está en función del hombre y no el hombre en función del trabajo’ (Laborem excercens, 6).
Proclama incesantemente el primado del hombre sobre la obra de sus manos. Todo debe subordinarse a la realización de la persona humana: el capital, la ciencia, la técnica, los recursos públicos e incluso la propiedad privada.
Hay que garantizar concretamente este primado del hombre en toda situación, evitando que la lógica capitalista y económica introduzca formas abiertas o latentes que subordinen el trabajo a la ganancia. Esto implica reconocer la dignidad del trabajo humano en sus múltiples dimensiones: la dimensión espiritual y, en cierto sentido, divina, que lo presenta como continuación de la obra amorosa del Creador y hace comprender y aceptar sus aspectos desagradables a la luz del misterio pascual de Cristo; la dimensión social, que hace del trabajo un vehículo de solidaridad y de participación, sobre todo en relación con las exigencias de la familia y la promoción del bien común; la dimensión moral, gracias a la cual el trabajo se vive como aceptación responsable del proyecto de Dios, en el cumplimiento de su ley; y la dimensión planetaria, que requiere la superación de las estructuras de pecado, causas principales del trágico y creciente subdesarrollo en tantas áreas del planeta. Estas dimensiones son inherentes a todo tipo de trabajo, aunque hoy las apliquemos de modo especial al sector del artesanado».
Sobre el trabajo específicamente artesanal, Juan Pablo ll tiene conceptos muy alentadores. Más adelante los transcribiremos en eta misma columna.
¡Hasta el domingo!
