La llegada al país de millones de dosis de la vacuna Sputnik V hizo posible que se complenten los esquemas de vacunación de miles de personas y que se empiecen los de otras tantas que habían quedado relegadas por edad, o por problemas burocráticos como el que enfrentó Doña Rosaura.
Vecinos de 9 de Julio conocen a Doña Rosaura por ser una institución en Aguilares, donde trabajó durante décadas para una de las familias fundadoras de la localidad. También se desempeñó «pelando caña», es decir, cosechando la caña de azúcar.
La mujer acudió a la cita acompañada por su hija, María Bustos, pero tiene seis hijos más, y 50 familiares entre nietos y bisnietos. Aunque tiene 108 años recién hace 18 que se jubiló como ama de casa.