Turismo: el compromiso de cuidar esa fuente de recursos

Desde hace décadas, muchos sanrafaelinos pugnamos en pos de lograr que nuestro departamento sea una referencia dentro del espectro turístico nacional. Y si bien seguramente faltan detalles por optimizar, los números de visitantes que llegan a disfrutar de nuestras bondades cada año demuestran que el objetivo ha sido logrado, al menos en parte. De hecho, lo visto durante las últimas temporadas estivales (en medio de la pandemia) así lo evidencia. No obstante, algunos hechos obligan a plantearse ciertas cuestiones puesto que, de no observarlas, el éxito de San Rafael como destino turístico podría esfumarse.
Cualquier destino turístico que se precie de tal debería prestar calidad al visitante en forma integral. Esto significa que no basta con tener buenos servicios en los rubros directamente relacionados con la actividad, como el alojamiento, la gastronomía o las excursiones, sino que el concepto es mucho más abarcativo y comprende tópicos tan diversos como servicios públicos, accesibilidad, seguridad, actitud de los residentes, etc.
En este mismo espacio hemos reclamado anteriormente por situaciones como las habituales restricciones de agua en el Cañón del Atuel o los precios abusivos con que algunos prestadores han castigado a nuestros visitantes.
En este mismo espacio hemos evidenciado, hace algunos meses, la preocupación por los hechos de inseguridad (fundamentalmente robos) contra visitantes. Días atrás, en tanto, un incidente que incluyó el colapso de una embarcación dedicada a las excursiones turísticas en Valle Grande volvió a poner en claro que no todo se hace bien en el sector.
Como siempre, la responsabilidad para mejorar esa deficiencia es compartida: de los prestadores disponiendo de inversiones y medidas que busquen evitar esos sucesos y de las autoridades estatales competentes que deben controlar y tener en cuenta que eso también es cuidar la imagen de una fuente fundamental en la generación de riqueza para toda Mendoza.