Turista sanjuanino manejaba alcoholizado y volvió a su provincia sin el automóvil que conducía

El turista había elegido nuestro departamento para vacacionar, como tantos foráneos que llegan desde distintos puntos del país. El último sábado, según pudo reconstruir este diario, el hombre en cuestión circulaba por la zona oeste de nuestra ciudad cuando fue interceptado por agentes policiales que realizaban controles de alcoholemia, una maniobra habitual de la Policía Vial, especialmente durante los fines de semana. Al soplar la pipeta del alcoholímetro, el aparato acusó que el conductor tenía 0,6 miligramos de alcohol en sangre, cifra por la que superó el máximo permitido por la Ley de Tránsito de Mendoza (0,5).
En virtud de lo anterior, al no traspasar la barrera del gramo de alcohol en sangre, el procedimiento quedó a cargo de la Unidad de Resoluciones Viales, cuya titular es Natalia Navarro. La primera disposición de los agentes policiales que confirmaron la alcoholemia positiva, fue secuestrar el vehículo del turista sanjuanino, el que fue trasladado hasta la playa San Cristóbal de calle Tulio Angrimán. Si bien en el caso de los procesos viales la restitución del vehículo es más sencilla que en procedimientos contravencionales, en el caso que narramos en este artículo la situación se complicó, pues se comprobó que el vehículo que conducía el turista estaba a nombre de su ex esposa. Navarro, en su condición de jueza vial, le impidió al infractor recuperar el rodado y éste no tuvo otra alternativa que regresar a su provincia por otro medio de transporte, posiblemente un colectivo, ese dato no trascendió.
Fuentes viales consultadas por este diario confirmaron ayer que el vehículo que conducía el turista sanjuanino fue restituido a su propietaria el martes, 72 horas después del control realizado en la zona oeste de nuestra ciudad. Al cotejar la responsable de la Unidad de Resoluciones Viales los datos de la tarjeta de identificación del rodado con el DNI de la titular, verificó que se trataba de la dueña del vehículo y aceptó la salida de la playa de secuestros.
En Mendoza, desde el 21 de septiembre del año pasado, entraron en vigencia nuevas sanciones para quienes conducen alcoholizados. Quienes tienen entre 0,51 y 0,99 de alcohol en sangre al momento del control, quedan a disposición de la Unidad de Resoluciones Viales, mientras quienes tienen 1 o más gramos de alcohol en sangre, incurren en una contravención al infringir lo dispuesto por el Código de Contravenciones de Mendoza, quedando a disposición de la Justicia de Faltas.
Las multas para quienes manejan alcoholizados van desde los 36.000 a los 108.000 pesos, períodos de inhabilitación para conducir (de 90 días a 1 año en caso de una falta contravencional), secuestro del rodado y días de arresto que, en caso de no abonarse la multa económica, deben cumplirse en el espacio de contraventores de la cárcel de Boulogne Sur Mer de la Ciudad de Mendoza.
El notable endurecimiento de las penas a quienes manejan borrachos, de a poco, empieza a surtir efecto. Días atrás desde el Ministerio de Seguridad informaron que – a 10 días de enero – fueron multados 165 conductores en el territorio provincial, de un total de 1.300 controles. El dato alentador es que se registraron 42 sanciones menos que en el mismo período de 2019.
El objetivo de las autoridades policiales es que siga bajando el número de conductores alcoholizados, en relación a las onerosas consecuencias que deben enfrentar. “Nuestra misión no es recaudar sino evitar que haya personas alcoholizadas detrás de un volante, algo que representa un peligro para ellos y para terceros”, confían desde la fuerza.