Rusia podría perpetrar «actos terribles y particularmente crueles y repugnantes» esta semana con motivo de celebrarse pasado mañana el día de la independencia de Ucrania, advirtió ayer el presidente Volodimir Zelensky quien, a modo preventivo, prohibió las reuniones públicas y pidió a los empleados de reparticiones gubernamentales hacer home office.
«Los llamo a permanecer fuertes para resistir cualquier provocación», sostuvo el mandatario aludiendo quizás a la puesta en marcha del juicio público de los combatientes de Kiev capturados tras su heroica resistencia en la acería de Mariupol.
Un escenario temido es que Moscú ordene un aumento de los bombardeos, admitió la mano derecha del dignatario, Mikhailo Podolyak. Razones no le faltan para tal miedo, pues el Kremlin está incrementando el número de barcos equipados con misiles de crucero en el Mar Negro,
PELIGRO ATOMICO
La guerra continúa siendo una de las principales preocupaciones de Occidente, como demuestra la reunión virtual mantenida ayer por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su par francés Emmanuel Macron, el premier británico Boris Johnson y el mandatario alemán, Olaf Scholz, quienes reiteraron su «persistente apoyo a los esfuerzos de Ucrania para defenderse de la agresión rusa» y reclamaron «moderación» militar en torno a la planta de energía nuclear de Zaporiyia. En este último punto, coincidieron en la necesidad de «una rápida inspección» por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de dicha central.
PARTE BELICO
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que sus fuerzas navales destruyeron un depósito con misiles norteamericanos HIMARS y armamento antiaéreo occidental en la sureña región de Odesa.
