Un joven sanrafaelino fue atacado violentamente por una patota en San Martín

Un hecho de características violentas sucedió el fin de semana último en el departamento de San Martín donde el joven sanrafaelino Lucca Reyes Escudero fue agredido salvajemente por una patota. Afortunadamente no perdió la vida, pero vivió una situación que nunca olvidará. Desde FM Vos y Diario San Rafael hablamos con Belén Escudero, su madre. “nosotros somos de San Rafael, pero vivimos en San Martín hace un par de años. Mi hijo trabaja en un salón de eventos, y el domingo en la madrugada, al salir de trabajar, fue agredido por un grupo que hoy sabemos era de unos diez chicos. También nos hemos ido enterando que es un grupo que está atacando en banda desde hace ya un tiempito. A mi hijo lo emboscaron y el primer golpe se lo dieron atrás de la oreja y lo tiraron al suelo. Sabemos el grado de demencia al que pueden llegar los chicos, y que es inentendible. El rango de edades que tienen los que atacaron a mi hijo va de los trece a los dieciocho años, y está comprobado que es el mismo grupo que hace un par de semanas apuñaló a un señor que salía de trabajar, donde participó un chico de once años; a eso hemos llegado con algunos grupos de jóvenes. Cuando vi a mi hijo con la policía y todo ensangrentado imaginen la situación que viví, como le pasaría a cualquier mamá o a cualquier ciudadano; el hecho sucedió a las cinco y media de la mañana. Cuando los vio venir comenzó a sacarse la mochila, el lleva una percha donde cuelga su pantalón y su camisa. Lo arrastraron por el asfalto para sacarle la mochila y tiene marcas en todo el cuerpo porque le pegaron patadas y demás golpes, su cabeza está llena de chichones. Intentó ponerse en posición fetal mientras lo golpeaban. Por suerte la policía estaba a una cuadra y cuando vieron el hecho llegaron rápidamente. En ese momento apareció un auto con unos chicos más y luego se escaparon por un descampado. La policía lo llevó al hospital y le hicieron las placas y estudios correspondientes, y por suerte las lesiones son recuperables”.
Belén continuó relatando que “cuando llegó mi hijo Lucca imaginen la situación terrible que vivimos. Recién al otro día pudimos comenzar a entender lo que había pasado. Por suerte hubo mucha gente que se ha solidarizado aportando datos y habían pasado solo días desde que algunos de esos chicos habían sido detenidos por una situación similar. Nosotros tenemos una forma diferente de entender la vida, la violencia y el lastimar al otro no sirve para nada. Todo lo que le sacaron, como la billetera sin plata, lo dejaron tirado en el descampado por el que escaparon; no se si mi hijo ahora está preparado para salir de nuevo a trabajar después de lo que pasó. Descuento que los agresores habrán quedado con sangre en la ropa o en las manos, y no entiendo como sus padres no les preguntan el porqué de esas manchas, porque a esos chicos algo les pasó, o los lastimaron o lastimaron”.