Unicef detectó que crece el empobrecimiento de los sectores más vulnerables en Argentina

Según datos emanados de Unicef Argentina, en el 33 % de los hogares donde habitan niños se dejó de comprar algún alimento. Además, el 19% de los adultos y el 7 % de los chicos de esos hogares dejaron de comer alguna comida, ya sea desayuno, almuerzo, merienda o cena. Desde FM VOS (94.5) y Diario San Rafael entrevistamos por este tema a Carolina Aulicino, oficial de política sociales de Unicef. “Desde el inicio de la pandemia venimos realizando una serie de encuestas, esta es la sexta, y es representativa de hogares con chicos de todo el país. El dato referido a alimentación es preocupante porque vemos que hay chicos que tienen que saltear alguna comida diaria; esto le esta pasando a un millón de niños en la Argentina. También en estos hogares encontramos tres millones de adultos que saltean comidas. Sabemos que normalmente son los adultos los que dejan de comer para poder alimentar mejor a los niños. La realidad es que los ingresos no les alcanzan para cubrir los gastos cotidianos, entre ellos el más básico que es la alimentación. Las dificultades para acceder a los alimentos son mayores en los hogares que reciben la Tarjeta Alimentar u otros apoyos alimentarios. Lo que vemos es que el sistema de protección social llegan a los hogares, pero evidentemente no alcanza. En el contexto inflacionario que vivimos, en muchos hogares las prestaciones no resultan suficientes para cubrir los bienes referidos a alimentación. Y no solo eso, sino que además hay un empobrecimiento de la dieta».
«Hoy en los hogares encuestados, en el 70 % de ellos se come mucho menos cantidad de carne, también menos frutas, verduras y lácteos, y estos alimentos son reemplazados por fideos, harinas y pan. Esto se intensifica en los hogares más vulnerables, por ejemplo, en aquellos que son alcanzados por la Asignación Universal por Hijo”.
Aulicino continuó informando que la encuesta se realizó entre el doce y treinta de junio en forma telefónica en hogares con niños de todo el país; esto nos permite tener datos desagregados a nivel nacional. Otra conclusión importante es que un alto porcentaje de los hogares encuestados muestran a madres y padres en situación de inestabilidad laboral, personas que no tienen empleo o que lo tenían y lo perdieron, y en los hogares donde las cabezas de familia tienen trabajo, «perciben remuneraciones muy bajas ya que tienen trabajos informales, o precarios”.
Con referencia la cantidad de hogares encuestados, Aulicino manifestó que “la cifra superó más de mil seiscientos. En estos momento estamos realizando trabajos más cualitativos, que buscan relevar desde la voz de las personas que viven en barrios vulnerables, cómo están atravesando estas situaciones y qué significa vivir en pobreza. Este trabajo, estimo lo presentaremos antes de fin de año”, cerró la entrevista.