Con una pasión por el hockey desde chica que duró hasta este 2019, Valeria Chiaradia le dijo adiós a la actividad, luego de haber vivido muchos logros y momentos únicos. En San Jorge Rugby Club, donde tuvo su despedida, sin dudas se transformó en un emblema.
La ahora exjugadora dialogó con Diario San Rafael sobre sus inicios en el hockey: “Comencé desde muy chiquita, mi papá siempre nos inculcó el deporte a todos en mi casa y es algo que le agradezco todos los días, aunque no esté. A los 13 años empecé a participar en los seleccionados, en ese momento Juvenil y a los 14 jugué mi primer torneo de damas Mayores, siempre fui muy exigente con los entrenamientos y eso te hace crecer y te da confianza”.
“En San Jorge empecé a jugar a los 20 años, después de tener a mi hija, ahí jugaba mi hermana Cecilia, que con sus amigas me invitaron, ya que estaban participando en Mendoza, y así fue todo. Armamos un grupo maravilloso de personas y fuimos creciendo como equipo, costó pero al tiempo se empezaron a ver los resultados”, expresó.
Sobre la importancia de su familia, explicó: “El apoyo de mi familia siempre fue incondicional, eso hace que sea más fácil estar, entrenar, viajar y crecer en este deporte”.
En cuanto al poder jugar con su hija Victoria y su sobrina, expresó: “Fue maravilloso, no tiene precio, al igual que todos los años que compartí con mi hermana no tienen palabras, ella es especial para mí, un ejemplo de fortaleza, capacidad, siempre juntas dentro y fuera de la cancha”.
De su último partido frente a Maristas, en el que ganaron la Supercopa del año, explicó: “Este último partido fue genial, tener el apoyo de mis compañeras, amigas y técnico dentro de la cancha, lo viví como tal. Esa sensación de no estar solo ni un momento, además de ser un partido de muy alto nivel para los dos equipos. Me llevo los mejores recuerdos y en el futuro seguiremos con el hockey desde donde se pueda sumar, para el club y para el deporte”.
Finalmente comentó: “Quiero aprovechar para agradecerles a ustedes por estar siempre apoyando el deporte, a la Asociación de Hockey de San Rafael por darme un reconocimiento ; a mi club querido, con el que obtuvimos tantos buenos resultados; a mi familia. El agradecimiento más grande es al hockey, que me dio y dejó tanto. También a cada una de mis compañeras de equipo, con las que compartí viajes maravillosos, entrenadores de los que aprendí como profesionales y como personas, y amigas que duran para toda la vida, las cuales solo el deporte te puede dar”.