La muerte del profesor César Paganini, querido docente del Valle de Uco, caló hondo en la comunidad de Tupungato. El joven profesional trabajaba en escuelas secundarias de ese departamento y su prematura partida causó gran conmoción entre los vecinos y la comunidad educativa.
César contrajo Covid-19 y debió ser internado. Sin embargo, y desde el hospital, el profesor continuó en contacto con sus alumnos, haciendo devoluciones y corrigiendo. Incluso se encargó de subir las notas al GEM, procurando llegar con tiempo a cumplir con la tarea del cierre de las cátedras.
Pocas horas después de la última comunicación con los estudiantes, sus compañeros y directivos, su cuadro se agravó y finalmente falleció.
Muchos medios locales del Valle de Uco informaron con profundo dolor a sus lectores y reflejaron la conmoción que causó la prematura partida del Profe Paganini. La directora del colegio donde trabajaba César, Daniela Benítez, destacó la gran entrega de su colega, y lo puso como ejemplo y contracara de la imagen que algún periodista quiso cargar sobre los docentes.
César y la inmensa mayoría de los docentes argentinos supieron adpatarse en tiempo récord a las nuevas realidades que obligó la pandemia de coronavirus, haciendo que la enseñanza se transformara a una modalidad no presencial, donde se fueron borrando los límites de horarios y responsabilidades de los docentes. Estos tuvieron que reinventarse en su didáctica, meter mano a recursos propios, y elevar la tolerancia a las difíciles circunstancias que se comenzaron a vivir en Mendoza y el país desde el 20 de marzo, por el sólo hecho de cumplir con su consigna: educar a la juventud.
Docentes, alumnos y parte de la comunidad dieron muestras de tristeza por el fallecimiento de Paganini e hicieron conocer personalmente y mediantes las redes sociales.
Fuente: Jornada