El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dedicó el domingo a repartir críticas, varias de ellas a Israel, al que le recriminó no estar suministrándole armas a Kiev ni imponerle sanciones a Rusia pese a que el Kremlin «está usando nuevamente la terminología de solución final en relación a nuestra nación», lo que asemeja la actual tragedia «a lo que los nazis le hicieron al pueblo judío durante la Shoah», comparación que disgustó a varios ministros hebreos.
Durante su discurso a los diputados de la Knesset, retransmitido en las calles de Tel Aviv, el mandatario conminó al gobierno de Naftali Bennett a «tomar una decisión y ayudar a la resistencia de mi pueblo -pidió específicamente el sistema antimisiles Cúpula de Hierro- ante esta guerra a gran escala dirigida a la destrucción de nuestros hijos, familias, Estado, ciudades, culturas y todo lo que nos hace ucranianos».
El dignatario mencionó el reciente bombardeo contra Babi Ya, el sitio donde más de 30.000 judíos fueron masacrados por el Tercer Reich durante dos días en 1941. «Ustedes bien saben lo que significa este lugar, ustedes saben dónde están enterradas las víctimas del Holocausto», recordó.
El parangón trazado enojó a integrantes el gabinete israelí como el titular de la cartera de Comunicaciones, Yoaz Hendel, quien lo calificó de «indignante», pues «la terrible historia de la Shoah no se puede reescribir».
CONTRA LA ALIANZA ATLANTICA
»Si hubiésemos sido miembro de la OTAN, esta guerra no habría comenzado; si quieren vernos dentro del bloque, háganlo ahora porque aquí muere gente cotidianamente», le pegó Zelenski a la Alianza en una entrevista concedida a la cadena norteamericana CNN.
«Pero si no nos quieren, no pueden obligarnos a permanecer en este limbo», presionó el Jefe de Estado, quien reiteró su disposición a reunirse en «cualquier formato» con su par Vladimir Putin porque si esos intentos negociadores fallan, «estaremos en la Tercera Guerra Mundial».
Asimismo, aprovechó los micrófonos para denunciar que los rusos están enviando otros grupos terroristas a Kiev para eliminarlo, y agregó que en esa lista de objetivos figuran otros líderes militares y políticos.
EN EL FRENTE INTERNO
Mediante un decreto, la actividad de 11 partidos políticos ucranianos proKremlin quedó «limitada y controlada» tras la entrada en vigor de la ley marcial.
«Las acciones de políticos dirigidas a la discordia y el colaboracionismo no tendrán éxito», argumenta la norma que tiene entre los afectados a la Plataforma de Oposición por la Vida, que ocupa 44 de los 450 escaños en el parlamento nacional y cuyo jefe es Viktor Medvedchuk, padre de una hija apadrinada por Putin.
También aparece la agrupación Nashi, timoneada por Yevheniy Murayev, quien antes de la invasión fue sindicado por las autoridades británicas como el hombre escogido por Moscú para encabezar un gobierno títere en la ex república soviética.
Otro flamante decreto unifica todos los canales de televisión en una única plataforma de comunicación estratégica activa las 24 horas. «No prevé el cierre de ningún canal de televisión», se apuró a defender el Ejecutivo la medida, que recibió cuestionamientos de la oposición.
