Entre el Gobierno, empresarios y el sector sindical se acordó llevar el salario mínimo a $33.000 en febrero de 2022, con revisión en marzo, con lo cual ese haber acumulará en un año un 52,8% de incremento. La nueva suba del 17% se añade a la actualización del 35% que se firmó en abril y será en tres etapas: un 9% en septiembre ($31.104), un 4% en octubre ($32.000) y el restante 3% en febrero ($33.000).
En diálogo con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, el secretario general de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Ricardo Diab, señaló que alcanzar esa cifra fue producto de “una larga discusión, en el sentido de que aun sabiendo la necesidad que se tiene de mejorar los salarios, también se fue viendo la posibilidad que se tiene desde el sector empresarial para abordarlos”. “Creemos que la cifra que se dio es una cifra que tiene una proyección razonable y creo que también cerraba para casi todas las partes integrantes: el sector sindical y el sector del Gobierno, lo que tiene una fuerte implicancia en los planes sociales y demás”, dijo.
Respecto del impacto que esto puede tener desde el punto de vista del consumo, expresó que va a tener un fuerte impacto en un gran sector de la sociedad que recibe planes sociales y para los jubilados, que van a ver incrementados sus ingresos. “Esperemos que esto tenga un fuerte impacto y se vea fundamentalmente de acá a diciembre, en la época de las fiestas y demás, porque es un 13% más que tiene ese sector, que es consumidor de acuerdo a las posibilidades de hacerlo, con lo cual el impacto tiene que ser positivo”, manifestó.
Si bien son conscientes de que esto podría causar inflación, aseguró que eso depende de los “formadores de precios” y los representados por CAME “no lo son”.
Flexibilizaciones sanitarias
Respecto de las flexibilizaciones sanitarias que se dieron a conocer el martes, Diab destacó que también habrá “un impacto positivo”, en el sentido de que una de las variables que detectaban en la caída del consumo era la falta de socialización, de circulación, de actividades sociales para las cuales sea necesario comprar indumentaria deportiva, calzado, rubros que han sido durante mucho tiempo los que peor han estado. “La posibilidad de circular genera y activa el interés por consumir, ni hablar de restaurantes y bares, y aquellos lugares donde tiene fuerte incidencia el turismo. Ese ingreso paulatino que se va a dar fundamentalmente desde el extranjero, va a ir sumando para que rápidamente el sector empiece a tener un equilibrio”, destacó.
