Tras una serie de operativos en tres cárceles federales, la Policía Federal realizó un allanamiento en la celda del penal de Marcos Paz en la que está detenido el líder de Los Monos, Ariel Máximo «Guille» Cantero. Fue en el marco de una investigación sobre balaceras, venta de drogas y el homicidio de Lorenzo «Jimi» Altamirano.
El operativo de la PFA y de la División Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). se realizó al mediodía del viernes en tres cárceles federales. A saber, los penales de Marcos Paz y Ezeiza en la provincia de Buenos Aires, y el de Rawson en Chubut.
Entre los motivos de dichos operativos aparecen investigaciones sobre ataques a balazos, venta de drogas y el homicidio del músico y artista callejero Lorenzo «Jimi» Altamirano, asesinado el primero de febrero. Todos los delitos habrían sido ordenados desde el interior de dichas cárceles.
Fue en ese contexto que uno de los allanamientos se realizó en el Pabellón 7 de la Unidad Residencial 2 del Complejo Penitenciario Federal 2 de Marcos Paz. Allí está alojado Máximo Ariel «Guille» Cantero, el líder de los monos que por distintos delitos ya acumuló una condena superior a los 100 años de prisión.
Los operativos fueron ordenados por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, de la Agencia de Criminalidad Organizada, la fiscal Federal Paula Moretti, y Diego Iglesias, titular de la Procunar. El contexto es la sospecha de que una feroz interna en la banda Los Monos sería el trasfondo del crimen Lorenzo «Jimi» Altamirano, el músico y artista callejero que para los fiscales fue levantado al voleo para luego ser asesinado en la puerta 6 del estadio de Newell’s.
En la cárcel de Ezeiza están presos Leandro «Pollo» Vinardi, Nicolás «Dibu» Avalle y Damián «Toro» Escobar. Se trata de tres personas vinculadas a Los Monos, de los cuales dos de ellos -Vinardi y Escobar- fueron mencionados en el mensaje que los autores del crimen de Altamirano dejaron junto al cadáver.
En el penal de Rawson están alojados otros integrantes de Los Monos: Leandro «Gordo» Vilches, Pablo Camino y Rodolfo «Eri» Masini. Una de las hipótesis es que el crimen de Altamirano fue ordenado por el grupo alojado en Rawson con la intención de amedrentar a la facción presa en Ezeiza, que le deberá al otro grupo una suma millonaria de dinero de la venta de drogas.
Entre ese conflicto hay un mediado: «Guille» Cantero, sobre quien recayó el reproche por no haber intercedido para evitar un crimen de semejante magnitud como fue el de Altamirano, una persona ajena al conflicto.
Según trascendió los investigadores ordenaron la búsqueda de teléfonos celulares y otros aparatos tecnológicos. Pero también se realizó una requisa en oficinas adminsitrasitvas del penal de Marcos Paz. La sospecha es que pueda existir «complicidad estructural» del Servicio Penitenciario con «Guille» Cantero.
Fuente: La Prensa
