Ayer, Netflix presentó el trailer de “El vendedor de ilusiones: El caso Generación Zoe”, un documental sobre la creación, génesis y la caída de la famosa plataforma financiera liderada por Leonardo Cositorto que llegará a las pantallas el próximo 23 de mayo.
«En un mundo en el que la pandemia provocó estragos, donde todo es frustración e incertidumbre, un hombre viene a revolucionar los bolsillos y la conciencia de la gente con un proyecto que involucra la formación educativa, el universo financiero, y el desarrollo espiritual», adelanta la sinopsis oficial de la producción.
Leonardo Cositorto, el cordobés detenido y acusado de una de las estafas más masivas en todo el país, está preso en el penal de Bower (Córdoba) desde abril de 2022. Además, tiene imputaciones y pedidos de captura en Corrientes, Salta y Rosario y está siendo investigado en otras jurisdicciones.
Mientras espera que se resuelva la causa, el coach profesional internacional (como se presenta a sí mismo en sus redes), sigue recibiendo cientos de denuncias. Hasta ahora, se calcula que su probable estafa fue de un millón de dólares y siete millones de pesos, pero se cree que una vez que termine la investigación, la suma será aún mayor.
A pesar de la cantidad de pruebas que hay en su contra, Cositorto sigue sosteniendo que «no cometió ningún delito y está detenido injustamente». Se defiende asegurando que la plata la obtenía con operaciones de trading de criptoactivos y acciones de alto riesgo, que le rendían beneficios de hasta un 50% mensual, y que nada en su negocio involucra enriquecimiento ilícito.
«Ya era hora de que aparezca algo en el mundo que rompa con la cultura y con la rutina. Y ese algo apareció y se llama Generación Zoe», empieza diciendo el protagonista de esta historia en el trailer, de traje y corbata, sobre un escenario.
El fenómeno y desarrollo de “Generación Zoe” –y ahora de esta producción cinematográfica- nos lleva a los sanafaelinos, casi de manera indefectible, a relacionarlos con lo ocurrido por estos lares con “Ganancias Deportivas” y, sobre todo, con su principal promotor, David Villegas, otro “vendedor de ilusiones”. Quienes conocen de la investigación y la película sobre Cositorto y su estructura aseguran que las coincidencias son casi absolutas. Sin embargo, aquí las cosas, sobre todo en el ámbito judicial, han sido bien diferentes: por el caso “Ganancias” –que probablemente tenga perjuicios económicos similares o incluso mayores a “Generación Zoe”- no hay detenidos y la causa se encamina (al menos por lo visto hasta ahora) ya no solo a que los inversores no recuperen su dinero sino a que no existan responsables por la estafa más fenomenal que puede presentar la historia lugareña.
A mediados de 2022 y después del escándalo que deparó el hecho de que miles de sanrafaelinos comprobaron que habían caído en una estafa y de la controversia suscitada respecto a la competencia para investigar el caso, la Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó que era la Justicia Provincial quien debía abocarse a la investigación.
Los perjudicados por la estructura estimaron que la justicia local se abocaría de lleno a determinar las eventuales responsabilidades penales por el giro de una “empresa” que se quedó con varios millones de euros de sanrafaelinos en lo que –ya nadie discute- era una estructura defraudatoria. Sin embargo, y a dos años de aquella resolución de la Corte Nacional, no resulta fácil hallar demasiadas respuestas en los tribunales locales acerca de cuáles han sido los pasos dados hasta ahora para poner nuevamente en marcha una causa que tiene centenares de denuncias.
