ARA San Juan: una herida dolorosamente abierta

Con diferentes actos a lo largo y ancho del país, el domingo pasado se conmemoró el tercer aniversario del naufragio del submarino ARA San Juan. El 15 de noviembre de 2017 la nave de la Armada Argentina naufragó en aguas del Atlántico Sur luego de reportar un principio de incendio en la sala de baterías de proa. Sus 44 tripulantes perdieron la vida. Un año y dos días después fue hallada en las profundidades del golfo San Jorge, a 597 kilómetros de Comodoro Rivadavia.
El próximo 25 de noviembre comenzará a desarrollarse el juicio castrense sobre el almirante Marcelo Eduardo Srur, por entonces jefe de la Armada, y otros siete exoficiales. Ante un Consejo de Guerra, los ocho deberán enfrentar la imputación de «infracciones gravísimas», que podría derivar en su destitución y baja de la Armada. Este proceso se desarrollará en paralelo con la causa judicial que lleva adelante la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez –por la que hay seis oficiales acusados de “estrago culposo agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión de oficio”.
Entre los oficiales que deberán comparecer ante el Consejo de Guerra se encuentra el contralmirante Enrique López Mazzeo, quien días atrás declaró ante la Justicia que la Armada y el Gobierno de Macri conocían la ubicación del submarino desde el 5 de diciembre de 2017, 20 días después de su desaparición, y que esta información fue ocultada durante un año. Es por ello que ahora las miradas de la investigación se posan sobre una eventual imputación penal para el expresidente Mauricio Macri y su por entonces ministro de Defensa, Oscar Aguad.
Es un hecho que varios de los submarinistas fallecidos habían denunciado las falencias que mostraba la nave y que hacían muy arriesgado su funcionamiento. Sus voces no fueron escuchadas…
Ayer, Claudio Rodríguez, hermano del mendocino Hernán, jefe de máquinas del ARA San Juan, le dijo a FM Vos (94.5) y a Diario San Rafael que “hay que honrar la memoria de todos los tripulantes y por eso exigimos verdad y justicia”. Ese mismo reclamo se extiende por una parte mayoritaria de la sociedad argentina.