Además, más de 120.000 personas han sido declaradas oficialmente contagiadas por el virus, anunció el ministerio de Salud británico.
Estos balances diarios solo incluyen las muertes de pacientes en hospitales que han dado positivo, y no contabilizan las personas que perdieron la vida en residencias de ancianos o en sus domicilios.
Las instituciones que representan a las residencias de ancianos elevan a entre 4.000 y 7.500 el número de fallecidos en estos centros.
El Gobierno británico decidió el jueves prolongar al menos tres semanas más el confinamiento decretado el 23 de marzo.
“El número de fallecidos es muy preocupante”, dijo Michael Gove. “La tasa de infecciones y de mortalidad se reducen, pero no estamos en absoluto seguros de estar en una trayectoria descendente”, condición que el Gobierno se fija antes de suavizar las medidas de confinamiento.
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno está acusado de haber tardado en reaccionar, y el Sunday Times volvió a la carga ayer, al acusarlo de haber ignorado las alertas de los científicos, los pedidos de acopiar equipos de protección para los trabajadores sanitarios en los hospitales y a Boris Johnson de haber faltado a varias reuniones de crisis consagradas al virus.
En una tribuna en el Mail on Sunday, el jefe de los laboristas, principal partido de oposición, Keir Starmer, considera que el Gobierno estuvo “demasiado lento” en decretar el confinamiento, aumentar el número de test de diagnóstico y proporcionar protección a los sanitarios.