Ciclismo: se llevó a cabo la “Vuelta de los 7 Lagos” con altísimas temperaturas y fue a puro “coraje” completarla

Con 212 kilómetros, la “Vuelta de los 7 Lagos” se desarrolló los días 15, 16 y 17 de diciembre con un calor extremo y condiciones adversas prácticamente las tres jornadas. Rubén Bergaglio, quien forma parte de la organización, se refirió a ello en diálogo con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael.
El Dr. Bergaglio recordó que “de mi trayectoria, que empezó en el año 93 haciendo travesías, esta fue la peor; de más de 35 o 40 travesías esta fue la peor, lejos”. “A último momento, el jueves por la noche, dije ‘vamos a tener mucho calor’, y le voy a pedir a los participantes que lleven cada uno dos botellas de gaseosas congeladas, para que nos dure el agua y tengamos de más. Se nos acabó el agua que llevábamos nosotros (que llevábamos de más), se nos acabaron las dos botellas que llevaba cada uno congeladas, llegamos justo a Agua del Toro y la Policía –gentilmente- nos tuvo que prestar agua. Más o menos hicimos el cálculo, y tomamos más de tres litros de agua cada uno en el trayecto, fue tremendo”, dijo.
Más allá de que el día de mayores temperaturas fue el sábado, ya el viernes las temperaturas fueron tan altas que la anécdota de la falta de agua tuvo lugar ese día. “El viernes salimos del dique Galileo Vitale (que es el espejo de agua número 1); fuimos a El Tigre (2); fuimos a Los Reyunos (3); bajamos a la ruta 150, nos fuimos a Agua del Toro, y cumplimos con el cuarto espejo. El sábado, pensando que podíamos superar el trayecto muy bien, pero también nos quedamos sin agua: el sábado fue Agua del Toro; Las Salinas con un viento y un calor impresionantes (hubo Zonda de frente); cuando seguimos por la vieja ruta 40 a la ruta que va a El Sosneado, giró el viento y otra vez lo tuvimos de frente, y en las bajadas teníamos que pedalear porque el viento nos paraba las bicicletas; de ahí llegamos al cruce bastante trastornados, nos miramos entre todos y lógicamente, además del viento el Zonda altera, entonces algunos decían ‘¿seguimos?, estamos cansados, estamos mal’, y de pronto uno dijo ‘yo voy’, y el 80% seguimos a El Nihuil en bicicleta, lo que fue una demostración de esfuerzo, de genialidad y llegamos a El Nihuil, el que fue el sexto punto de agua. Y el domingo, más tranquilos, habiendo comido un buen asado en el SUM de la Municipalidad, habiendo dormido tranquilos, iniciamos el camino del Cañón del Atuel donde es todo mucho más relajado, placentero, aunque viniendo de la Usina 3 hasta La Frazada, son nueve kilómetros de subida tremenda, ¡con viento en contra!”, describió. No obstante, más allá de todo, pudieron lograrlo, y todo concluyó en Valle Grande.
“Lo lindo es ver el grupo, cómo se ha comportado, ciclísticamente fantástico y espiritualmente sumamente bien”, remarcó Bergaglio y recordó también que no fueron sólo sanrafaelinos, sino también deportistas de Mar del Plata, de Buenos Aires, de La Pampa, de Neuquén y de otros puntos de la provincia y del país.