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viernes 3, de mayo , 2024

Cómo funciona la herramienta que permite calcular el impacto ambiental del vino

Las industrias tienen su impacto en el ambiente y la vitivinicultura no escapa a esa realidad. A través de una calculadora de uso libre y gratuito, los productores y bodegueros pueden estimar la huella de agua y carbono que tendrá su producción.

La tecnología se creó dentro del proyecto “Vitivinicultura Sostenible 4.0” financiado por el Programa Soluciona de la Secretaría de Economía del Conocimiento del Ministerio de Economía de la Nación y está disponible en la página del Observatorio Vitivinícola Argentino. Fue desarrollada por el grupo de investigación CLIOPE de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza, y el CONICET.

Su importancia radica en que estos cálculos permitirán el diseño de estrategias de mitigación hacia procesos más benignos con el ambiente y estimar los cambios que produciría, por ejemplo, la incorporación de una determinada tecnología antes de su instalación.

En concreto, permite adelantarse y ver los efectos que podría tener una decisión anticipadamente, la incorporación de energía de origen renovable o un sistema de riego determinado que mejore la eficiencia en el uso del agua, o la decisión de comprar insumos a un determinado proveedor o a otro, por mencionar algunos ejemplos.

Así, los usuarios podrán identificar los “hot spots” o etapas que explican la mayor cantidad de uso del agua y emisiones, pudiendo diseñar alternativas de mitigación y/o compensación.

Cómo mide el impacto

La huella de agua de un producto es una métrica con la que se cuantifican los impactos potenciales relacionados con el uso y consumo de agua de un sistema, mediante la recopilación y evaluación de las entradas y salidas de flujos de agua expresada en m3 equivalentes.

En tanto, la huella de carbono de un producto es la suma de los gases de efecto invernadero (GEI), emisiones y remociones, de un sistema que se expresan como CO2 equivalente/unidad de producto y se basa sobre una evaluación de ciclo de vida analizando solamente la categoría de impacto Cambio Climático.

Estos dos indicadores son claves a la hora de medir el impacto, la eficiencia y la sostenibilidad de cualquier productor o empresa.

El estándar utilizado se basa en las especificaciones de la Norma ISO 14067:2018 y 14046:2014. De este modo, se estudia el impacto ambiental potencial de la contribución que tiene, por ejemplo, 1 kg de uva para vinificar o una botella de 750 ml de un determinado vino, sobre el cambio climático y la escasez de agua con enfoque de ciclo de vida, es decir, considerando las distintas etapas de la producción del producto analizado.

Según había precisado, Bárbara Civit, investigadora a cargo del proyecto,”para esto se tuvo en cuenta el análisis de ciclo de vida, es decir, contempla el impacto ambiental desde la cuna hasta la puerta, y considera todos los insumos utilizados en los procesos productivos”.

En su diseño se utilizaron las guías dispuestas por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, resoluciones de la Organización Internacional de la Vid y Vino (OIV), dos talleres preparatorios con referentes del sector y diversos parámetros para el análisis de ciclo de vida de los productos que permiten producir información transparente y contrastable sobre cada etapa productiva.

Fuente: El Sol

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