Continúan los trabajos que culminarán con el proceso de remediación de pasivos ambientales en Sierra Pintada. Al respecto, y para conocer el estado de avance de éstos, desde FM Vos (94.5) y Diario San Rafael entrevistamos a la Directora de Protección Ambiental de la provincia, ingeniera Miriam Skalany.
“Primero hay que recordar, más allá de la pandemia y las demoras que pueda haber habido, que antes de poner la planta en funcionamiento y comenzar a tratar los residuos sólidos y el agua de canteras, que son las dos etapas que se van a hacer en esta ocasión, se debería haber puesto en funcionamiento y adecuar una planta que hacía treinta años que estaba parada, porque para poder remediar los pasivos se realiza el mismo proceso que para poder extraer el uranio.
Los sólidos contenidos en los tachos son consecuencia más que de la explotación, del proceso de concentración que se llevó a cabo en Córdoba en Dioxitek. Había que hacer una cantidad de obras que estaban previstas en la manifestación de impacto ambiental que eran el cambio de bombas y cañerías que habían quedado obsoletas por el paso del tiempo. Por ejemplo, había tanques de chapa revestidos con epoxi que fueron reemplazados por tachos de acero inoxidable, también había que revestir nuevamente las piletas de lixiviación y cuatro diques de evaporación. Se ha avanzado muchísimo en la planta de neutralización.
Obviamente la excusa que ha puesto la Comisión Nacional de Energía Atómica, (CNEA) es la pandemia. Al ser un organismo nacional no trabajaron en forma física durante casi dos años. Por ahora está faltando como obra grande la Planta de tratamiento de radio y arsénico. Hace un tiempo me reuní con la presidenta de la CNEA, quien se comprometió a gestionar los fondos que estaban faltando para la planta de radio y arsénico. Los fondos están en presupuesto, pero no están disponibles”.
Con referencia al tiempo necesario para terminar la planta, Skalany expresó que “no más de seis meses; una vez terminada se hacen las pruebas necesarias de estanqueidad del sistema, y finalmente vamos a comenzar a tratar esos cinco mil tachos. Estimo que en el 2023 la planta estará en pleno funcionamiento tratando los residuos peligrosos. Otro motivo de demora es que cambiaron la reglamentación de la autoridad regulatoria nuclear y no les aprobaban una serie de trabajos que debían hacer. Continúan sí los controles bimestrales sobre el avance de la obra y se toman muestras de aguas superficiales y subterráneas para ver los posibles niveles de uranio y distintos contaminantes. Hasta ahora no ha habido alteración en la calidad del agua. El arroyo El Tigre no ha sufrido afectaciones e interviene en esos controles también el Departamento General de Irrigación”, concluyó la entrevista Miriam Skalany.
