La autorización de la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación para que la segunda bodega más grande de Argentina, Peñaflor, importe 7 millones de litros de vino tinto a granel de Chile ha generado un intenso debate en la industria vitivinícola argentina.
Dentro de ese contexto, el sanrafaelino Pablo Asens, presidente de la Federación Cámaras Vitícolas de la República Argentina, expresó ante Diario San Rafael y FM Vos 94.5 su preocupación ante esta medida, calificándola como “una decisión muy desacertada por parte del gobierno nacional”. Asimismo, Asens argumentó que esta importación de vino a granel, en un momento en el que el mercado interno cuenta con suficiente vino tanto en cantidad como en calidad, podría tener consecuencias negativas para la industria. “Realmente me parece que ante una elaboración que va a ser muy buena en cantidad de kilos de uva y ante una perspectiva donde no creemos que el mercado interno se recupere en el 2024, agregarle más vino al mercado argentino me parece que va a generar consecuencias que no son buenas”, señaló Asens. Según las evaluaciones del directivo, con una proyección de cosecha de 18 millones de quintales, el país estaría enfrentando un excedente que llevaría el stock vínico a más de 7 meses, lo cual considera desequilibrado. En este contexto, importar vino se percibe como una medida innecesaria y perjudicial. La justificación de Peñaflor de que no encontraban en el mercado vinos de la calidad requerida es cuestionada por Asens, quien argumenta que las proyecciones indican que para el momento en que se libere la cosecha 2024, habrá suficiente vino disponible en el mercado argentino. “Nos están tomando el pelo con ese argumento”, afirmó con contundencia. El presidente de la Federación también señaló que la baja en los precios del vino, que no acompaña el aumento inflacionario, está desmotivando a muchas bodegas a vender su producto, lo que, sumado a la importación, podría generar una presión adicional a la baja en los precios. “No nos sobra, no nos falta vino en Argentina en este momento y no nos falta vino de calidad tampoco”, enfatizó Asens. Ante esta situación, la Federación planea solicitar al Instituto Nacional de Vitivinicultura que intervenga y dialogue con la Secretaría de Industria y Comercio para reconsiderar estas autorizaciones de importación. “Es lo más lógico, no nos sobra vino y esta importación solo generará un exceso de stock y presiones a la baja en los precios”, argumentó. Asens también destacó el impacto conceptual que tiene esta decisión en la viticultura argentina, que ve en el vino una parte integral de su identidad nacional. “Defendamos lo nuestro, defendamos lo propio, la industria”, concluyó, resaltando la importancia de proteger y promover el vino argentino frente a importaciones que podrían socavar su posición en el mercado.
