En las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales de este domingo debutó la votación por registro biométrico a través de las huellas dactilares. Una prueba piloto que se llevó adelante en todo el país y que en Mendoza desembarcó en tres escuelas de Ciudad.
El uso del dispositivo fue voluntario tanto para las autoridades de mesa, como para los electores. Si bien tuvo amplia aceptación y despertó curiosidad, el operativo resultó lento porque la mayoría de las personas desconocía de su implementación.
“Lo vamos a usar en estas primeras horas, pero cuando comience a llegar gente volveremos a la metodología tradicional, ya que no podemos retrasar las elecciones para explicar el sistema”, dijo una autoridad, quien destacó que cada aparato tiene cargado los datos de una mesa particular.
Quienes participaron tuvieron que cumplir con tres pasos: entregar el DNI al presidente de mesa, quien verificó la identidad con los datos del padrón y colocar el dedo sobre el lector de huellas para registrarla en el dispositivo y luego continuar con el proceso habitual de sufragio.
Los colegios Ingeniero Pablo Nogués, Bartolomé Mitre y Nuestra Señora de la Misericordia de Ciudad fueron los elegidos para realizar el operativo.
En el caso de Nuestra Señora de la Misericordia, solo una autoridad de mesa decidió no someterse a la iniciativa impulsada por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
Puede fallar
El primero en utilizarlo fue Renzo, un joven de 19 años, quien acudió a votar con su padre. Luego fue el turno de un adulto mayor, quien tuvo que colocar el pulgar tres veces, hasta que funcionó.
“Tengo 80 y pico de años, no tengo huella“, bromeó una mujer, quien optó por no someterse a la prueba.
Las pruebas piloto de registro biométrico comenzaron en 2017 y fueron retomadas para esta elección y se volverán a usar en las generales del 22 de octubre.
Los doce distritos donde se implementará son Salta, Misiones, Mendoza, Jujuy, Formosa, Corrientes, Chaco, La Rioja, Buenos Aires, La Pampa, San Luis y Santa Fe.
Fuente: El Sol