El 21 y “la fiesta en paz”

 Nuestros jóvenes volverán a protagonizar hoy una de sus “juntadas” más tradicionales y los adultos intentaremos que las mismas se desarrollen con la mayor dosis de tranquilidad y seguridad posible. Y es que el Día del Estudiante es uno de los eventos con mayor movilidad social en nuestra comunidad.  
En ese marco, dirigentes políticos y de la seguridad ciudadana locales coincidieron en que, más allá de la conducta que pudieran desarrollar los festejantes, sus adultos responsables deberán hacer un aporte fundamental para lograr el objetivo de no empañar el festejo con malas noticias. Restringir al máximo el consumo de bebidas alcohólicas y no dejar solos a los chicos fueron las recomendaciones que puntualizaron los organizadores de los operativos de seguridad que ya se desarrollan en San Rafael y que seguirán durante los próximos días.    
Las instrucciones de las autoridades tienen que ver con que, en años anteriores, algunas acciones descontroladas y fomentadas por los mayores (algunos transportaban alcohol en sus vehículos para evitar los controles policiales y/o dejaban a los chicos librados a su suerte en lugares riesgosos) terminaron en hechos dañosos y, en ocasiones, demasiado cercanos a la tragedia.      
Hablar de “la juventud” presupone asumir temas que son sumamente bastos pero que los mayores hemos optado muchas veces (demasiadas) por relacionarlos, de manera sesgada, con aspectos negativos o disvaliosos.   
Sin embargo, y también hay que decirlo, los adultos (los padres en este caso) habitualmente no les brindamos a nuestros jóvenes buenos ejemplos, pretendemos que nuestros hijos hagan cosas que nosotros mismos no somos capaces y, muchas veces, le cedemos interesada e irresponsablemente el cuidado y hasta la integridad de nuestros chicos a otros, fundamentalmente el Estado.   
Una fiesta en paz dependerá de todos los actores, cada uno realizando su aporte y buscando, con todos los medios a nuestro alcance, que la celebración no tenga puntos oscuros.