Una charla informativa y de capacitación propone analizar el potencial del lúpulo en la región, su adaptación al clima local y las oportunidades económicas que ofrece un cultivo intensivo que hoy no logra cubrir la demanda interna del país.
La posibilidad de sumar nuevas alternativas productivas al esquema agrícola tradicional de San Rafael fue el eje de una charla informativa que brindará el ingeniero agrónomo Hernán Testa, egresado de la Universidad de Buenos Aires, quien explicó los fundamentos técnicos, productivos y económicos del cultivo de lúpulo, una planta clave en la elaboración de cerveza y con fuerte demanda en el mercado argentino. La propuesta, impulsada por la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, apunta a productores que buscan opciones para diversificar la matriz productiva en un contexto complejo para varios sectores tradicionales.
Testa detalló a Diario San Rafael y FM Vos 94.5 que el lúpulo es “una planta maravillosa, muy hermosa, es una planta medicinal, es una enredadera, es una planta muy aromática” y explicó de manera sencilla que “es una planta cuyas flores tienen compuestos de amargor, son necesarios para hacer cerveza, por definición, la cerveza se hace con lúpulo”. En ese sentido, recordó que la bebida tiene cuatro componentes esenciales y aclaró que “el principal componente obviamente es el agua, que es bastante determinante, y Mendoza por cierto tiene muy buen agua”. Luego mencionó que “el segundo componente más importante es la cebada, que se maltea, y casi toda la cerveza se hace con cebada malteada”, mientras que el lúpulo cumple el rol de condimento y la levadura aporta el proceso biológico clave, ya que “es la magia, es el microorganismo que transforma carbohidratos en alcohol, en CO2 y participa enormemente en el sabor final”.
Consultado sobre el objetivo de la charla, el ingeniero agrónomo señaló que “difundir el cultivo sería un buen resumen” y remarcó que la iniciativa tiene un fin concreto: “Esta invitación que recibo tiene un objetivo muy claro y muy vigente, y tiene que ver con diversificar la matriz productiva”. En ese marco, valoró la experiencia local y provincial al afirmar que “no caben dudas de que Mendoza es una provincia con la mayor trayectoria del país en cultivos intensivos bajo riego” y sostuvo que “es necesario todo el tiempo buscar alternativas para diversificar la matriz productiva, esto no tiene nada que ver con estar en contra de un cultivo u otro”.
En relación con las condiciones climáticas de San Rafael, Testa aseguró que el lúpulo se adapta favorablemente al ambiente seco de la región. Explicó que durante su fase vegetativa la planta desarrolla un follaje muy abundante, lo que en zonas húmedas puede favorecer enfermedades, pero subrayó que “el clima seco nos saca de encima un montón de problemas”. Según indicó, “el lúpulo vive muy contento si lo regamos por goteo y con una humedad relativa ambiente seca”, lo que representa una ventaja comparativa frente a regiones con mayores niveles de humedad.
Otro aspecto técnico abordado fue la latitud, un factor relevante para este cultivo por la necesidad de días largos. Testa precisó que “los libros dicen que las latitudes óptimas para cultivar lúpulo es por encima del paralelo 35, es decir, de San Rafael para el sur”, aunque aclaró que “San Rafael estaría en el límite, pero no me genera una amenaza el hecho de estar un pelito fuera de la latitud óptima”. Para respaldar esta afirmación, mencionó experiencias internacionales como Sudáfrica, donde se produce lúpulo en el paralelo 33.
En el plano económico, el ingeniero agrónomo fue claro al explicar la escala necesaria para que un emprendimiento sea viable. Indicó que “el número así en el aire, porque depende de un montón de factores, ronda las 5 hectáreas” y afirmó que “con 5 hectáreas se puede vivir bien, obviamente depende de los precios internacionales y de los rendimientos”. No obstante, advirtió que se trata de un cultivo de alta exigencia laboral, ya que “5 hectáreas de lúpulo requieren muchísima, pero muchísima dedicación” y estimó que la demanda de mano de obra es de “entre 100 y 120 jornadas de 8 horas por hectárea por año”, lo que lo convierte en “un cultivo recontra intensivo”.
Finalmente, Testa aportó datos contundentes sobre la situación del lúpulo en el país y las oportunidades que se abren para nuevos productores. Señaló que “el lúpulo es un cultivo bastante poco importante en Argentina” y detalló que actualmente hay “215 hectáreas” implantadas. Al mismo tiempo, indicó que “Argentina consume 1.000 toneladas de lúpulo por año y produce 300”, lo que obliga a importar el producto. En ese contexto, sostuvo que “no es necesario salir a buscar mercados lejísimos” y concluyó que “acá hay una oportunidad”, ya que la demanda interna está lejos de ser cubierta.
La charla se realizará hoy a las 8 de la mañana, en la sede de la Cámara de Comercio, ubicada en avenida El Libertador 78. La actividad será gratuita, con cupos limitados, y requiere inscripción previa a través de los canales oficiales de la institución.
