Uno de los sectores de la economía donde la inflación repercute muy notoriamente, es el de la construcción, pues se trata de un segmento generador y multiplicador de empleo ya que incide en muchas otras actividades. En la actualidad se ve severamente afectada toda una maquinaria, y al respecto habló con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael, Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes de la Construcción de la República Argentina (CPC).
La situación es compleja y –señaló Fernández– “lo primero que tenemos que decir es que estamos teniendo problema de provisión y existencia de algunos materiales específicos, lo cual está impactando en la ralentización de algunas obras en particular”. “Algunos ejemplos de estos materiales que están en faltante son algunas tipologías de aceros, por ejemplo el hierro del seis es muy difícil obtenerlos, alambre, clavos, vidrios, aluminios, cables. Con el tema de algunas secciones de cables, diría que hace más de 60 días que no hay entrega y ni siquiera presupuesto”, dijo y agregó: “Cables minoristas de secciones bajas para un domicilio se consiguen, pero cables para una red troncal para hacer una urbanización de un barrio es inexistente absoluto, entonces están habiendo primero los faltantes y segundo, la distorsión en los valores.
El problema que hay que es que no hay valores, entonces están pasando dos o tres situaciones: en algunos casos el proveedor que tiene relación de mucho tiempo, entrega la mercadería con el sistema de ‘remito abierto’, lo que significa que no da precio, cuando tenga el precio lo cobra, entonces en el afán del empresario de poder seguir cumpliendo con sus contratos, no despedir gente y tener la obra en proceso, corre el riesgo de que ese precio no se vea reflejado cuando lo vaya a cobrar, entonces está comprando a un precio, sin saber si va a poder reponer la mercadería, lo cual es angustiante”.
“Objetivamente, se entiende que tras algunos años de muy baja cantidad de obras, estamos en un proceso que implica mucha obra en ejecución tanto pública como privada, del sector nacional, provincial y municipal, entonces algo de causa de esta problemática está dada por la inflación, por el dólar, pero también porque está habiendo mucha obra”, aclaró.
Cabe decir que hace alrededor de 40 años, la incidencia del metro cuadrado de mano de obra respecto del material era 60 a 40 (60 material y 40 mano de obra); hace unos 10 años, esa proporción se dio vuelta y pasó a ser 55 o 60 de mano de obra (los precio de la mercadería bajaron), mientras que actualmente se ha vuelto a lo que ocurría hace más de 30 años, siendo la incidencia de los materiales superior a la de la mano de obra. Es un retroceso y un problema, pues los salarios en blanco de la industria de la construcción están bajos, lo que significa que cuesta encontrar mano de obra –especialmente calificada– en el sector.
