El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) firmó dos convenios: uno con el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y otro con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), para el fortalecimiento de la producción vitivinícola.
En plenos festejos vendimiales, el titular del INTI, Rubén Geneyro, explicó a través de FM Vos (94.5) y de Diario San Rafael, que estos convenios tienen que ver con una agenda de sostenibilidad con la que vienen trabajando para el sector vitivinícola. “Nos pareció importante que este proceso sea básicamente una alternativa para las bodegas y para los productores, por eso el convenio con el INV y con el CFI lo que nos va a permitir es que esta guía se transforme en un curso que va a poder hacerse de manera virtual, y con el objetivo de llegar a 200 bodegas y productores de todo el país en una primera etapa”, señaló y agregó que cuestiones así, le dan mayor competitividad al sector, lo que “cada vez va a ser más importante como eslabón para presentarnos frente al mundo”. “Estamos muy contentos de hacer un trabajo integrado con otros organismos, porque han participado Coviar, Bodegas Argentinas, la Universidad de Cuyo, el INTA y es un proceso virtuoso para acompañar al sector vitivinícola en algo sustancial como es la sustentabilidad”, dijo y destacó que “la idea es llevar a una capacitación permanente y una mejora continua en el sector, en todo lo que tenga que ver con sostenibilidad, con compras sustentables, reducción de residuos, manejo de materiales, acompañar en algo muy valorado a nivel internacional como son las huellas ambientales, huellas hídricas, huellas de carbono”. Es que se trata de “un proceso de eficiencia energética, un proceso permanente de trabajo de mejora que se está desarrollando a distintos niveles”, por lo que de allí nació esta unión entre el sector privado, entidades intermedias y organismos estatales.
Cada vez va a ser más importante como eslabón para presentarnos frente al mundo
Vino patrón
Por otra parte, Geneyro recordó que “el INTI trabaja en distintos segmentos de la industria con materiales de referencia, históricamente por ejemplo, con el sector lácteo”. De allí nace la creación de un “vino patrón”, para identificar parámetros que están certificados, como la graduación alcohólica; parámetros indicativos como los azúcares y la acidez. Eso lo que hace es “asegurar la calidad del vino y es muy valorado a nivel internacional, porque son mediciones que se pueden comparar”, resaltó.
Entre las características de ese vino patrón, explicó que se trata de una elaboración fraccionada en botellas de 750 ml., que tiene una vida útil de 12 meses, lo que permite ponerlo a disposición de quienes así lo requieran, para que los institutos enológicos del país lo aprovechen y tengan comparabilidad con sus ensayos.
