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martes 23, de abril , 2024

El preso que se vistió de mujer: su relación con el «Matapolicías» y el robo millonario en Chile

Hubo un trabajo de campo destacado antes de que cayera en Las Heras Pablo Daniel Morales Montenegro, el convicto de 44 años que ganó popularidad en nuestra provincia cuando intentó escapar en setiembre del 2014 de la cárcel de Boulogne Sur Mer vestido de mujer.

Efectivos de la División Búsqueda de Prófugos de Investigaciones lo atraparon el miércoles 16 por la noche, pero días antes –el domingo 13– recibieron un dato clave: lo observaron tocando una guitarra en la puerta de un domicilio de calle Manuel A. Sáez.

Tal cual informa El Sol, la prueba de la ubicación donde se encontraba este mendocino nacido el 22 de enero del 1977, quien ha protagonizado nueve fugas de distintas cárceles de país, fue determinante para solicitar un allanamiento en esa propiedad.

Finalmente, lo detuvieron el citado día por la noche –después de que presentara fuerte resistencia– y se ordenó su traslado a la cárcel de Viedma, Río Negro, de donde huyó en octubre del año pasado por el sector de los talleres, para que termine de purgar la pena que pesa sobre él.

Morales Montenegro vestido de mujer, cuando quiso escapar de Boulogne Sur Mer.

Más allá de su recaptura, efectivos con años de experiencia contaron a El Sol que Morales Montenegro se movía como pez en el agua en Mendoza y se sospecha que tenía contactos que permitían mantenerlo en la clandestinidad.

Este diario pudo saber por las fuentes que este “cañero” –como llaman a los asaltantes con experiencia– tiene en actividad a una sobrina en la Policía y también a un ex cuñado en el Servicio Penitenciario. 

Aseguran que existieron tres posibilidades que permitían que continuara en la calle: o era muy hábil para escapar de la fuerza, la suerte lo acompañaba porque “siempre dejaba los domicilios que frecuentaba unos minutos antes de los allanamientos” o recibía información por parte de sus conocidos para evadir siempre las medidas que se ordenaban para detenerlo.

Sin embargo, hubo otras informaciones que llamaron la atención de los detectives provinciales después de atraparlo: Morales Montenegro era íntimo amigo y compañero de andanzas delictivas del también famoso y experto en escapes Martín Matapolicías Espiasse Pugh (nacido el 25 de mayo de 1978).

Conocido también con los alias de BananaTincho y Narigón, y con más de una docena de falsas identidades que le permitían moverse por Argentina y otros países para acrecentar su accionar fuera de la ley, fue atrapado en Mendoza el viernes 22 de diciembre del 2017 por policías de la División Robos y Hurtos.

Por esos días, era el prófugo más buscado del país y se ofrecía medio millón de pesos de recompensa, ya que sobre sus espaldas pesaban dos asesinatos a policías, asaltos a mano armada y hasta la sospecha de haber matado a quien era su pareja.

Las fuentes consultadas señalaron que a Morales Montenegro le gusta sacar chapa de los hechos que cometió en los últimos años mientras se encontraba prófugo, y cuenta todo con lujo de detalles.

Asegura por lo bajo que participó con Banana Espiasse en el llamado “robo del siglo”, cometido en el Aeropuerto de Santiago de Chile la mañana del 12 de agosto del 2014. Un mito en el mundo del hampa.

Ese día, una decena de asaltantes internacionales que trabajaron durante meses en la inteligencia y la logística para perpetrar el golpe –aseguran que la banda estaba compuesta por chilenos, paraguayos, brasileños, uruguayos y argentinos– robaron 6.000 millones de pesos chilenos –unos 8 millones de dólares– para darse a la fuga en distintos vehículos.

El atraco al Aeropuerto Arturo Merino Benítez fue considerado el más importante hasta esa fecha en el vecino país (superado por otro similar ocurrido a principios del 2020, también en el aeropuerto), y Morales Montenegro detalla a sus conocidos que él y Espiasse fueron la “pata argentina” que sustrajo el cuantioso botín.

Para los pesquisas mendocinos, comprobar la participación de estos dos personajes en el robo del siglo chileno no sería tarea fácil.

Pero, teniendo en cuenta la fecha del hecho, ambos se encontraban en la calle cuando ocurrió. Morales Montenegro fue detenido en Mendoza unos 10 días después del millonario robo en Santiago y Espiasse se encontraba prófugo después de haberse evadido de la cárcel de Ezeiza en el 2013.

“Por las fechas, cierra. También, porque no todos los integrantes de la banda que cometió el golpe en Santiago fueron detenidos”, detalló un policía consultado por este diario.

No para

Lo cierto es que Morales Montenegro cuenta en su prontuario con asaltos, estafas y escapes carcelarios. No tiene causas por asesinato en su contra.

En setiembre del 2014, como reveló El Sol por aquellos días, intentó huir de la cárcel de Boulogne Sur Mer 18 días después de ser detenido.

El Banana Espiasse después de ser atrapado en Los Corralitos, en el 2017.

Utilizó el ingenio para intentar burlar el escudo penitenciario: se colocó una peluca, adornó su cuello con diferentes alhajas, pintó sus ojos negros y sus labios rojos y se vistió de mujer, pero un guardia lo reconoció y abortó cualquier tipo de plan.

Morales Montenegro se ha evadido nueve veces de las cárceles. Y en el 2013 fue sindicado como unos de los ideólogos del túnel de 32 metros que se detectó en el Penal II de General Roca, cuando se impidió una fuga masiva de internos.

Aseguran que tiene debilidad por sus hijos y que su madre todavía vive en Mendoza. Es más, hasta dicen que tenía pensado retirase de su vida de cañero, pero su ex mujer y otros familiares le hicieron perder casi toda su parte del dinero que recibió por participar activamente en el robo del siglo en el vecino país.

Peligroso

Por su parte, el Matapolicías Espiasse pasa sus días en una cárcel del Servicio Penitenciario Federal. En julio del 2007 mató a dos policías –Oscar Cruzado y Pablo Rearte– durante un robo a un camión de caudales del Banco de Chubut y en Mendoza fue atrapado después de tirotearse con policías en un asalto.

Escapó corriendo esposado del Hospital Central y se dirigió hacia el este para tirarse al Cacique Guaymallén.

No había mucho caudal y sufrió diversas lesiones. Lo recapturaron y luego escapó de la cárcel de Ezeiza, también durante una fuga masiva.

Estuvo cuatro años prófugo y se refugió en Mendoza. Le asesinaron a uno de sus dos hijos en una pelea tumbera en una cárcel y vivió con una joven 20 años menor en Guaymallén. La mujer no tenía idea de con quién pasaba los días y las noches de su vida.

La biografía del criminal, El trueno en la sangre, fue escrita por el periodista Federico Fahsbender. Cuenta cada detalle de la vida delictiva del Banana y de su permanencia en nuestra provincia, destacando el trabajo de la División Robos y Hurtos de Investigaciones, que terminó con su vida en la clandestinidad cuando lo sorprendió cerca de su domicilio en Los Corralitos, Guaymallén.

A principios de octubre del 2019, Espiasse fue condenado por acopio de armas, droga y explosivos gracias a ese procedimiento que permitió su captura.

Fuente y fotos: Gentileza El Sol

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