El sábado pasado se realizó el tradicional desayuno que todos los años organiza para Vendimia la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Durante el transcurso, rindió cuentas sobre los avances del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI), renovando además su compromiso sobre la visión estratégica de la vitivinicultura argentina.
Carlos Fiochetta, gerente general de la entidad, dialogó al respecto con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael. “Tuvimos la presencialidad que todos esperábamos, en un ambiente con políticos del oficialismo y la oposición, funcionarios nacionales y provinciales, el Gobernador y muchos legisladores nacionales; creo que una vez más quedó marcado que el desayuno de la Coviar es el que le da a Vendimia el marco político institucional necesario. Es muy importante no solo para nosotros, sino también para el sector vitivinícola en general, ya que es la vez del año en que la política toda se reúne en un ámbito propio de la viticultura. Se hicieron anuncios importantes, ya que se definió concretamente la ejecución del plan Proviar 2, que en cuatro años destinará a nuestro sector 40 millones de dólares. También el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, anunció fondos destinados a seguir combatiendo la Lobesia botrana con una partida de dinero muy importante. Por lo tanto, el saldo de la reunión es muy importante. Por otra parte, también disertaron el presidente de la Coviar y los diferentes actores del sector público. Uno de los puntos centrales estuvo referido a la escasez del recurso hídrico, este tema es central ya que no solo se necesitan obras del sector privado, que se están haciendo, también se necesitan inversiones extrafincas, ya que con lo que hacen los productores solos no alcanza. También se remarcó la necesidad de mantener herramientas como el acuerdo Mendoza-San Juan, que permite nivelar y tonificar los precios de los vinos. Este año la cosecha será de mediana hacia abajo y los stocks están equilibrados; cuando estos se desequilibran, el sector sufre, especialmente en los extremos de la cadena: el productor y el consumidor. También se remarcó la necesidad, a nivel macroeconómico, de tener un tipo de cambio competitivo -esto lo expuso el presidente de Coviar- y además la necesidad de alcanzar acuerdos internacionales, ya que hoy la vitivinicultura argentina en este aspecto se encuentra en desventaja. Por otra parte, no se dejó de lado la rentabilidad social de la viticultura, ya que esta no debe ser solamente económica, sino que además debe ser ambiental y socialmente sostenible: Hay que mejorar la parte estructural de viviendas en el campo y la conectividad, para que los jóvenes se queden en el lugar y no se siga profundizando el desarraigo”.
