Hay historias que conmueven, en las que una imagen dice más que mil palabras. Este es el caso de Pablo Gerardo Denis Acosta, de 55 años y oriundo de Uruguay, que vivía hasta ayer en San Rafael. Hace más de 35 años que estaba en nuestro país y no había vuelto a pisar suelo uruguayo, no por falta de interés, sino porque vivía en la indigencia y no contaba con los medios y la documentación necesaria para viajar.
Esta historia salió a la luz gracias a Silvia Romero, integrante de la organización Fierritos Solidarios, quien se comprometió a cambiarle la vida a este hombre y ayer lo logró cuando lo vio partir rumbo hacia Uruguay.
Silvia dijo a FM Vos (94.5) y Diario San Rafael que “nosotros (Fierritos Solidarios) trabajamos permanentemente con familias y los niños que están en situación de calle, personas que están pasando muchas necesidades porque hay familias que no cobran salario y no llegan a fin de mes. Fue así que haciendo un recorrido por Tulio Angrimán, nos encontramos con un hombre de nombre ‘Pablo’, quien nos llamó la atención porque era el único que andaba en el asentamiento recorriendo el basural. Nos detuvimos y me dijo que estaba buscando para comer porque hacía dos días que no lo hacía”.
Silvia recordó lo que este hombre le dijo en ese primer encuentro: «Llevo más de 13 años en esta situación porque soy de Uruguay y me vine de mochilero. Empecé a hacer un montón de viajes y vine a parar a San Rafael. Acá me quedé y lamentablemente no conseguí trabajo. No pude hacer mi documentación porque mi situación no me lo permitía y quedé así, sin ningún tipo de ayuda por estar indocumentado”, fueron las palabras del hombre. “Me quedé impactada porque estuvo 35 años en la Argentina y se le negaron sus derechos”, expresó.
Dijo que “cuando uno ve a personas en situación de calle, se da cuenta de que muchos miran para el otro lado, porque así como Pablo hay mucha gente. Me conmovió muchísimo la historia cuando me dijo: ‘Lo único que pido es volver a Uruguay, quiero volverme a reencontrar con mi mamá, no quiero estar más en la Argentina’”.
Agregó que “entonces entregué los alimentos que llevaba y me fui re mal, lloré todo el camino, no podía creer esta situación. Hablé esa misma noche con mi equipo y empezamos a movernos, a buscar, hasta que di con Belén en Uruguay, la hermana de Pablo. Ella con desconfianza me dijo: ‘Yo a mi hermano lo busqué 25 años y lo dimos como perdido, no tuvimos más esperanza’. Le contamos que estábamos con Pablo y lo asistíamos. Le requerimos la documentación que tuviese porque sentíamos que tenía que reencontrarse con su familia”.
Entusiasmada, Silvia relató que “ahí empezó mi camino y logré hablar con el cónsul uruguayo de Mendoza, luego de comunicarme, le transferí todos los papeles que me había mandado su hermana. Él se comprometió a ayudarnos y lo hizo, pero en este tiempo de Covid se complicaba todo bastante. Igualmente decidí hacer algo que no hice nunca, poner mi CBU para que los sanrafaelinos pusieran su granito de arena para contar con el pasaje de Pablo”.
Para concluir esta conmovedora historia, la integrante de Fierritos Solidarios contó que “a los cuatro días de hablar con el Cónsul, recibí la documentación certificada de Pablo. Desde ahí teníamos que arrancar en 15 días para hacer todos los trámites y que él pudiera regresar y los terminamos este miércoles 17 de noviembre en la mañana”, dijo, y finalizó que “el sueño de Pablo de volver se hizo realidad, hoy (por ayer) partió para tomar su vuelo a Uruguay. No me voy a olvidar jamás la cara de Pablo, que con lágrimas en los ojos me repetía una y otra vez: ‘voy a ver a mi mamá’”.
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