Los opositores al pasaporte sanitario en Francia y al conjunto de medidas adoptadas por el Ejecutivo galo para contener la nueva ola de la pandemia tomaron ayer por cuarto sábado consecutivo las calles del país con las movilizaciones más numerosas hasta la fecha y que, como suele suceder en estos casos, concluyó con enfrentamientos con las fuerzas de seguridad con un saldo, esta vez, de 7 agentes heridos y unos 35 manifestantes detenidos.
El recuento del Ministerio del Interior cifró en 237.000 las personas que salieron a protestar en todo el suelo galo (se replicaron en casi 150 ciudades), 17.000 de ellas en la capital París. Vale recordar que hace una semana fueron 204.000 a lo largo y ancho del territorio.
Las nuevas marchas -las de Niza y Lille también fueron nutridas- ocurren horas después de que el Consejo Constitucional, el organismo que vela por que la legislación sea conforme a la Carta Magna, avaló la obligatoriedad del mencionado pasaporte a partir de mañana para poder entrar en bares, restaurantes, medios de transporte de larga distancia, y en algunos casos, hospitales. Ya regía para cines, salas de concierto y parques temáticos con un aforo superior a los 50 asistentes.
La normativa validada exige al personal sanitario estar inmunizado totalmente como muy tarde para el 15 de octubre, una confluencia de requisitos que desde hace un mes ha canalizado a sus detractores en una oleada de manifestaciones.
DE TODOS LOS COLORES
En París hubo 4 movilizaciones, una de ellas encabezada por el ultraderechista Florian Philippot, antigua mano derecha de Marine Le Pen, excluido de su partido, la Agrupación Nacional, y que criticó en Twitter que el presidente, Emmanuel Macron, gobierne solo «a través del miedo y la mentira»
Aunque se encuentra de vacaciones en la residencia oficial veraniega de Bréganson, en el sur, el Jefe de Estado se mantiene omnipresente en las redes sociales, donde responde dudas y cuestionamientos, además de dejar en claro que no retrocederá. Cerca del 54% de la población ha recibido su segunda dosis.
Vale destacar que el también denominado «Pase Verde» funciona en Italia desde el viernes último, mientras que Dinamarca fue el primero en implementarlo.
