A las 0,45 horas, un Fiat Duna color negro se encontraba estacionado sin medidas de seguridad en calle Deoclesio García al 600. Aprovechando ese detalle, uno o dos delincuentes accedían al rodado, lo ponían en marcha y huían con rumbo desconocido. Minutos después el propietario del vehículo advertía la ausencia de su auto y daba aviso a la policía. Tras un llamado, personal policial, era alertado de la presencia de un coche con características similares en calle Italia y Namuncurá. Al llegar al lugar constataban que se trataba del auto robado y que había colisionado con un bordo y abandonado por los ladrones.
Durante el fin de semana cuatro personas eran mordidas por perros en distintos puntos de la ciudad. Estos hechos preocupaban al personal policial y recordaban que este tipo de episodios dejaba de ser una falta para pasar a ser un delito de lesiones culposas, por lo que podían ser sancionados los dueños de los animales.