El CEO recibía una denuncia de que un grupo de malvivientes estaban arrojando piedras a los automotores que pasaban por calle Rawson, pasando calle Urquiza, en las inmediaciones del barrio Villa Laredo. Hasta allí se dirigía un móvil y los delincuentes comenzaban a apedrearlo destrozándole el parabrisas y dañando la carrocería. Los vándalos escapaban e ingresaban a varias viviendas, especialmente a una abandonada. Llegaban refuerzos policiales pero no se informaba si se detenía a algunos de quienes participaron del hecho.
Un ciudadano colombiano que residía en el distrito de El Cerrito dejaba su casa a las 17 horas y al volver a las 23 horas, denunciaba que ladrones habían ingresado y se habían llevado un centro musical con reproductora de CD, una guitarra acústica, una quena, una flauta, una carpa de camping y su documentación personal.