Helenita ya está en China para realizarse el tratamiento oftalmológico con células madre

Como informó nuestro diario, Helenita Moyano es una sanrafaelina de dos años que nació prematura y con bajo peso, que además posee una retinopatía con desprendimiento de retina en sus ojos, lo que causa falta de reflejo de visión. Luego de traspiés productos de la pandemia y muchos problemas burocráticos, finalmente la niña está en China.
El caso de Helenita tomó gran relevancia pública y han sido muchos los sanrafaelinos que colaboraron con esta familia, que afortunadamente logró reunir los 30 mil dólares que requería. En diálogo con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael, Orlando Moyano, papá de Helenita expresó: “Nosotros empezamos a recorrer el país para encontrar alguna solución y lamentablemente no pudimos acá, pero nos contactó la mamá de un nene que pasó por lo mismo que nosotros, que le hizo ese tratamiento en China y nos pasó el contacto del representante de la clínica en Sudamérica, y ahí empezamos con todo esto, que primero fue enviar todos los estudios de la nena y nos dijeron que sí, que se podía hacer, y nos dieron una fecha para ese mismo año, pero en ese momento teníamos poco tiempo para recaudar el dinero y más en la pandemia de por medio, pero empezamos con la campaña y gracias a toda la colaboración de la gente pudimos recaudar y pagar el tratamiento”. Agregó que luego empezaron otros problemas, vinculados a la pandemia ya que China abrió las fronteras recién en enero pasado. Por otra parte necesitaban una visa sanitaria, lo cual fue complejo e implicó trámites en la embajada del país asiático. “Hasta último momento no sabíamos si nos la entregaban o no y nos la entregaron recién el viernes 5, que cerca del mediodía recién vine a tener las visas en mano. Nosotros ya teníamos todo armado, teníamos pasajes, fue todo sobre la marcha y gracias a Dios salió todo bien y hoy Helena está en China”, destacó. Por una decisión familiar, la niña viajó con su mamá y su abuela. “Fue un viaje muy largo con una escala, muchas horas de vuelo y a pesar de tener probablemente el problema de la comunicación porque es difícil en todos lados, ya están allá, están bien, está bien atendidas aunque todavía sufriendo un poco el cambio horario”, aseguró, teniendo en cuenta que hay 11 horas de diferencia.
El tratamiento arrancó el mismo día de su llegada, y tiene una duración de dos semanas, luego de lo que tendrán el retorno a nuestro país. Cuando vuelvan, seguramente deberán seguir con medicamentos y tal vez masajes. Una vez al mes deberán enviar análisis y demás, lo cual se sabrá en detalle una vez concluido todo el procedimiento en China.
Debido a que las redes sociales están prohibidas en aquel país, la manera de comunicación que tienen estos padres es una aplicación especial controlada llamada Wechat, que tampoco funciona todo el tiempo.
Este padre, por supuesto, aprovechó la oportunidad para agradecerles a todas las personas que de una u otra manera ayudaron para que su hija lograra viajar y hacer este tratamiento que le dará nada menos que el sentido de la vista.