Una de las consecuencias dramáticas de la pandemia en el mundo es la cantidad de perros abandonados que intentan sobrevivir en las calles.
Somali y su equipo salen a la calle en busca de perros callejeros y carnicerías, donde cada vez más animales condenados pasan sus últimos días aullando en jaulas estrechas.
Esta mujer, que dedica gran parte de su día a analizar muestras de COVID-19 en un hospital local, antes rescataba uno o dos perros de un carnicero por semana. Pero ese número se disparó hasta 20 en los últimos meses, a medida que los callejeros son arrebatados de las calles por su carne.
Somali negocia con carniceros, a veces pagándoles en efectivo o suministrando otra carne para asegurar la liberación de los animales. “La verdadera batalla no es rescatarlos de los carniceros, aunque eso siempre da miedo. El desafío es cuidar a estos perros durante la pandemia”, dijo la mujer según The Jakarta Post.
Somali y unos 30 empleados del Refugio de Animales de Pejaten luchan por cuidar a una gran cantidad de animales a medida que las donaciones llegan en medio del brote de COVID-19.
Fuente: TN.