Después de siete años, el Poder Judicial abrirá nuevamente en 2022 los concursos de ingresos con importantes cambios en la forma en que se llevarán adelante los exámenes. El anuncio lo realizó el pasado viernes el presidente de la Suprema Corte, Dalmiro Garay, y es para cargos de auxiliares administrativos y prosecretarios.
“Los concursos serán distintos a los que históricamente se produjeron en el Poder Judicial, ya que se harán dentro un nuevo esquema legal, que contemple la redimensión de roles y responsabilidades en los distintos puestos de trabajo y funciones de los agentes judiciales”, explicó magistrado en la apertura del año judicial.
Si bien todavía no hay una fecha determinada, se espera que después de la feria, probablemente en agosto, comiencen las pruebas para entrar a trabajar en el Poder Judicial.
En cuanto a los requisitos, las personas deberán tener el secundario completo y ser mayores de edad. Podrán anotarse aquellos que no superen la edad jubilatoria. En el caso de los prosecretarios, se exige el título de abogado.
Actualmente, el sueldo de un auxiliar es de $60 mil, mientras que un prosecretario percibe $90 mil de bolsillo.
En detalle
La novedad en esta ocasión ronda en torno a la modalidad de los exámenes. Por un lado, los ingresantes no tendrán que ir físicamente a rendir, sino que las pruebas serán virtuales.
Además, ya no se tomará la histórica prueba de dactilografía, la tradicional escritura en el teclado de 140 palabras en 3 minutos. Esta medida se tomó porque actualmente las audiencias son orales y se graban, por lo que no se necesita de una persona que esté constantemente transcribiendo, como ocurría antes.
Desde el Poder Judicial explicaron que se implementará un sistema de examen asincrónico. Es decir, los participantes no desarrollarán el proceso de aprendizaje al mismo tiempo ni habrá una interacción en tiempo real con otras personas. En este caso, los interesados podrán capacitarse a través de videos que estarán a disposición en la web.
“Vamos a hacer un curso vía internet con videos y temarios específicos del trabajo judicial, entre ellos algunos referidos al manejo de sistemas digitales”, indicaron desde la Corte. Hasta el momento no se ha determinado la cantidad de pruebas que los aspirantes deberán superar.
Una vez que obtengan los resultados, los aprobados pasarán a una lista por orden de mérito y serán llamados a trabajar según las necesidades. Si bien no hay un número de vacantes determinado, por año, podrían ingresar alrededor de 150 y 180 personas, ya que eso responde a la cantidad de personas que se jubilan anualmente.
“Estamos analizando algunas cuestiones con plataforma online para las inscripciones y capacitaciones con videos. Una vez rendido el concurso, tendremos nuevos aspirantes a un ritmo de 150 y 180 por año”, explicó el presidente de la Suprema Corte, Dalmiro Garay.
Fuente: El Sol
