Se esperaba que este martes el Senado le diera sanción definitiva al proyecto de reforma de la Suprema Corte, pero el debate en el recinto se pasó para la semana próxima.
Luego de la aprobación en Diputados el miércoles pasado, la iniciativa que modifica el funcionamiento del máximo tribunal recién tomó estado parlamentario durante esta jornada, por lo que su tratamiento en la cámara alta se extendió siete días.
La norma primero debe cumplir con un trámite legislativo previo: pasar por la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC) para luego poder llegar al recinto. Su presidente, el senador radical Marcelo Rubio, explicó que sólo se trata de una formalidad, ya que ingresó a fines de la semana pasada.
El miércoles, LAC emitirá el despacho para que el proyecto impulsado por el gobernador Rodolfo Suarez, al que debieron introducirse modificaciones ante la falta de consenso hacia dentro y fuera de Cambia Mendoza, pueda ser votado el martes 18.
La discusión en el Senado no será acalorada como lo fue en Diputados. Allí se prevé un rápido paso de la iniciativa, tras el consenso logrado entre los magistrados, que sirvió para destrabar el conflicto.
Los supremos Mario Adaro, Omar Palermo, Dalmiro Garay, Pedro Llorente, José Valerio y María Teresa Day fueron los que llevaron a la Legislatura los cambios al texto original.
Posteriormente, la cámara baja lo aprobó con 44 votos a favor. El Frente de Todos (FdT) votó de manera dividida, ya que el diputado José Luis Ramón (Protectora) no acompañó. En tanto, los legisladores Mercedes Llano, del Partido Demócrata (PD), y Emanuel Fugazzotto, del Partido Verde, votaron en contra.
Lo que se aprobará será la implementación de un sistema colegiado, con el sorteo de las causas conocidas como contenciosas-administrativas, que progresivamente se extenderá al resto de las materias.
El objetivo es eliminar el “forum shopping”, la especulación en la elección de las salas para presentar las demandas.
La iniciativa también dice que la elección del presidente se realizará a través de una primera votación con mayoría de 5 a 2. Si no hay acuerdo, hay una segunda votación similar, pero en este caso se define por mayoría simple.
Se elegirán dos vicepresidentes por mayoría simple. Es decir, 4 a 3, pero excluyendo de esa selección a quien salió elegido presidente, salvo empate. Para la elección de la segunda vicepresidencia se vota sin el elegido presidente ni el vicepresidente primero.
A su vez, establece que se podrá llamar a pleno en una causa con el acuerdo de dos ministros de los tres sorteados o, en su defecto, con tres ministros de la Corte. También se crearán dos secretarías, una para los “procesos originarios” y otra para “recursos extraordinarios”. Las acciones de inconstitucionalidad irán todas a fallo plenario.
