En las antípodas de San Rafael, más allá de las fronteras familiares y de los límites geográficos, se encuentra un rincón remoto que ha cautivado el corazón de Cecilia Atencio: las Islas Phi Phi, en Tailandia.
La joven detalló a Diario San Rafael y FM Vos 94.5 cómo fue que dejó atrás las tierras argentinas para sumergirse en la belleza y el encanto de este archipiélago tailandés. Su historia, que parece un relato de aventuras de otro mundo, se entrelaza con decisiones inesperadas y giros inusitados.
“Yo en realidad me fui el año pasado a México, y bueno, la idea en principio era estar allí un tiempo y después ir bajando por Latinoamérica y llegar a Argentina de mochilera”, cuenta Cecelia. Sin embargo, el destino le tenía preparada una sorpresa. Una amiga, Brisa Sosa, le ofreció viajar a Tailandia justo antes de su partida a México. “Me entero de que ella tenía el trabajo acá, que se yo, y me dice, vámonos juntas”, relató.
La vida en estas islas, rodeada de aguas cristalinas y paisajes de ensueño, se convirtió en el escenario de las nuevas experiencias de Cecilia. “Yo trabajo en turismo en una empresa que se llama Phi Phi Latino, acá en las islas y está enfocada como para españoles, para todos los hispanohablantes”, compartió con entusiasmo. Su día a día se teje entre el azul del mar y la diversidad de lugares que visita en los tours de 11 horas que realiza con los turistas.
“La primer parada es una isla que es un paraíso”, describe Cecilia, haciendo que la imaginación vuele hacia playas de arena blanca y aguas transparentes. Además, reveló que su trabajo incluye experiencias únicas como hacer snorkel con tiburones y avistar tortugas de mar. También invitó a recordar la famosa película “La Playa”, protagonizada por Leo DiCaprio, al visitar la isla que recorre. “Nosotros también en nuestro trabajo lo que tenemos de especial del tour, digamos, es que vamos como en horarios que no va muchísima gente”, destacó, señalando la importancia de ofrecer experiencias más íntimas y auténticas.
La temporada de lluvias marca un paréntesis en la actividad turística, y Cecilia aprovecha para compartir los desafíos de trabajar en el mar durante esos períodos. “Nos fuimos porque acá en realidad nunca tenés frío; siempre hace calor, lo que tenés es temporada de lluvia y temporada seca”, describe. A pesar de los retos, su amor por el mar y la belleza de Phi Phi la mantienen conectada a este rincón del mundo.
El relato luego se desplaza hacia la riqueza cultural y las peculiaridades de la vida en Phi Phi. “Nos manejamos en inglés, hay tailandés a pleno, no se entiende nada”, comentó la sanrafaelina sobre el idioma local. La sencillez de la vida en la isla también se refleja en la vestimenta y costumbres de los habitantes locales. “Acá es como muy sencilla la vida, entonces por ahí decís, esta gente es súper pobre, pero en realidad no”, aclaró, destacando la diferencia entre la simplicidad de vida y la carencia de recursos.
La presencia de argentinos en las Islas Phi Phi no pasa desapercibida. Dentro de ese marco, Cecilia contó que, junto con su amiga Brisa, han encontrado un rincón donde la lengua materna y las costumbres argentinas se mantienen vivas. “En el tour que nosotros hacemos son todos hispanohablantes y bueno, sí, la verdad que la mayoría de la gente que viene son españoles, después uruguayos y argentinos son los que más recibimos”. La nostalgia por las reuniones y asados argentinos se disipa en estos encuentros, donde la lejanía se vuelve más llevadera.
Cecilia aprovechó la ocasión para enviar saludos a su familia y agradecer a quienes han influido en su viaje. “Un saludo a todo el mundo, a mi familia, a mi mamá, a mi papá, a mis abuelos, a mis hermanos y bueno, agradecer a mi amiga Brisa que está viajando conmigo, a los mellizos, que bueno, gracias a ellos también es que estamos acá y bueno, gracias al universo por toda esta oportunidad y esta vida hermosa que tengo”, concluyó.
