La clausura de una pensión clandestina permitió que salieran a flote los reclamos de los vecinos que en los últimos años hicieron denuncias sobre las cosas que ocurrían en una residencia ubicada a pocos metros de las Torres de calle República de Siria de Ciudad.
Hasta hace unos años, en ese lugar ubicado a pocos metros de calle San Juan, funcionó un conocido instituto de idiomas. Luego, todo cambió cuando la propietaria alquiló el inmueble a una mujer para que inaugurará un geriátrico en 2018
La residencia para adultos se llamaba Cuiprot y contaba con las habilitaciones correspondientes de la municipalidad para funcionar, según pudo constatar El Sol.
Sin embargo, el geriátrico fue clausurado en agosto de 2021 por no cumplir con las medidas de seguridad y salubridad vigentes.
Las fajas de clausura en el lugar no frenaron la actividad ni tampoco mejoraron las condiciones de hábitat ya que, según el relato de quienes viven en esa cuadra entre San Juan y Rioja, la inquilina las tapaba con cartulinas festejando fechas alusivas, como el día de la madre, el padre y hasta del niño.
“Los escuchábamos gritar. A algunos los vimos caerse porque la casa no tenía rampas. Era un desastre. Después empezó la pandemia y no los vimos salir más”, comentó una vecina.
En noviembre de 2022, el geriátrico dejó de funcionar y la locataria -que no quiso hablar con El Sol– montó posteriormente un hostel. “Los viejitos desaparecieron de un día para otro y se empezó a llenar de gente joven”, relataron los testigos.
La mujer realizó varios posteos en Facebook sobre el nuevo emprendimiento: “Alquilo habitación compartida en Mendoza capital. Ideal para estudiantes y personas solas”, expresaba uno de los avisos. En esa publicación informaba que el precio era de 25 mil pesos.
En otro posteo el precio era mucho menor: “Alquilo habitación por día (individual) o por mes (compartida) Capital, $350 por mes”.
Así, la “pensión” funcionaba y preocupaba a los vecinos que realizaron reiteradas denuncias al municipio por los ruidos molestos y la inseguridad, que comenzaba a crecer en la cuadra.
“Se empezó a llenar de gente extraña con un perfil muy precario. En la noche era cuando había más movimiento y los vecinos comenzaron a quejarse del robo de ruedas y que había gente que caminaba por los techos”, contó un hombre que vive muy cerca de allí.
El lugar no contaba con las habilitaciones correspondientes- que establece el decreto 557/18- y fue clausurado en noviembre de 2022. Sin embargo, la propietaria del hostel hizo caso omiso a esta sanción y siguió con el negocio. La situación llegó a un punto intolerable con un robo.
“Entraron a robar a la pollería que está a la vuelta de la casa y el comerciante los siguió y llamó a la Policía, pero como no tenían orden ni denuncia no pudieron entrar ni hacer nada”, revelaron los testigos, que señalaron que fue a partir de esa situación que ordenaron el desalojo.
Los vecinos llamaron a la inquilina -que también optó por no hablar con este diario- y le contaron la situación que estaban padeciendo, pero la única respuesta que tuvieron de la propietaria es que la gente que vivía allí eran obreros que estaban arreglando la casa. “En mi vida los vi agarrar una pala o tener una bolsa de cemento”, comentaban indignados. Lo mismo les respondió la dueña de la vivienda.
El lunes 9 de enero, los inspectores municipales fueron hasta el lugar con efectivos policiales a desalojar a los ocupantes y clausurar definitivamente la pensión. Un grupo de cuatro personas estaba allí y fue demorado por la Justicia por averiguación de antecedentes.
Actualmente, se encuentra en la casa un móvil de inspectores municipales acompañado por personal policial para evitar que vuelva a funcionar la pensión. “Estarán allí hasta que la dueña de la vivienda resuelva esta situación”, explicó Lorenzo Nieva, secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad.
¿Cuántas pensiones fueron clausuradas?
En la Ciudad de Mendoza han clausurado 11 pensiones clandestinas desde 2019. La última fue la de calle República de Siria 241 y fue detectada porque los vecinos realizaron numerosas denuncias a la comuna.
“El área de inspección de comercio realiza continuamente operativos para clausurar aquellos lugares que no están habilitados. Además estamos atentos a cualquier denuncia para actuar rápidamente”, dijo Nieva.
Aquellos vecinos que detecten una situación particular deben hacer la denuncia al 911 o llamar al municipio.
Fuente: El Sol
