La investigación de un veterinario argentino permitió en España un trasplante inédito de intestino en una beba

El hallazgo de un veterinario argentino hizo posible un trasplante de intestino inédito. Lograron usar en una beba el órgano de un donante sin actividad cardíaca. Se espera que la cantidad de donaciones de intestino pueda crecer. Desde Fm Vos (94.5) y Diario San Rafael mantuvimos contacto con el autor del hallazgo, Pablo Stringa, médico veterinario e investigador del CONICET en el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, CONICET-UNLP) y el Laboratorio de Trasplante de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
“Yo soy médico veterinario y miembro de un equipo interdisciplinario de investigación, donde también trabajamos con médicos de Argentina y España. El caso de Ema es una beba que ha recibido el primer trasplante de un donante en asistolia. Tiene la particularidad de que es la primera vez en la historia de la medicina que se hace un trasplante de intestinos con un donante en asistolia. Estas son personas que fallecen por muerte cardiocirculatoria, o sea por un paro cardíaco, y difiere mucho del donante típico que se utiliza para trasplantes a partir de la muerte encefálica. En intestinos nunca se había hecho un trasplante de este tipo, porque se consideraba que el órgano proveniente de un donante en asistolia no era válido, es decir tenía mala calidad para ser trasplantado. Esto es lo que nosotros hemos desmitificado desde el laboratorio con nuestras experiencias, y demostramos que los intestinos provenientes de este tipo de donantes eran válidos. De esta manera el año pasado, en julio, en el hospital La Paz de Madrid, Ema estaba en estado muy delicado, y el equipo médico pidió un permiso de excepción a la Administración Nación de Trasplantes mostrando los resultados obtenidos en investigación; el permiso fue otorgado y con el consentimiento de los padres se realizó el primer trasplante de este tipo. El procedimiento de trasplante no fue tan largo como otros, porque el donante estaba internado en la misma institución que la beba. El equipo médico estaba muy entrenado porque desde el ámbito de la investigación también hacemos docencia, y el objetivo del grupo era estar preparados para el día que se diera esta posibilidad”.
Desde el momento en que hay muerte cerebral o encefálica, se considera que una persona murió, aunque esté respirando y con el corazón latiendo por estar conectado en terapia intensiva y parezca que está vivo. El doctor Stringa manifestó que “nosotros en laboratorio y quirófanos experimentales reproducimos situaciones lo más cercanas posibles al escenario clínico. En el transcurso de los últimos años generamos en modelos experimentales donaciones en paro cardíaco, con animales, y veíamos que después del trasplante el intestino trasplantado tenía una funcionalidad, arquitectura y características morfológicas muy promisorias. Esto nos alentó a creer en los resultados y dar el paso para realizar el primer procedimiento. El equipo sería imposible de describir, ya que hay enfermeros, personal administrativo, bioquímicos, biotecnólogos, veterinarios, y cirujanos. O sea, es mucha la cantidad de gente involucrada y esto es el logro de un gran equipo”.