Las importaciones tienen topes de pagos menores al 50% y demoras de hasta 90 días

La temporada comercial se encuentra complicada, debido a problemas de las empresas para conseguir autorización para importar insumos a través del Sistema Integrado de Monitoreo de Importaciones (SIMI), con demoras de entre dos y tres meses, que se agudizan con el recorte de los montos autorizados a pagar como anticipos a proveedores.
En diálogo con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, explicó que “las importaciones son fundamentales para mantener las posibilidades de exportación de nuestra producción”. “El 80% de las importaciones de nuestro país están dedicadas a la producción (solo el 20% está dedicado al consumo directo)”, dijo. De allí, la importancia que tiene ingresar a los mercados internacionales y estar al tanto con los últimos elementos de tecnología, obtención de insumos imprescindibles para desarrollar lo que el país necesita: divisas. Sin embargo, “apareció hace rato este nuevo cepo a las importaciones y no se puede girar anticipadamente el 50% del monto de la misma, pero a su vez, para llegar a eso se debe obtener la SIMI y luego acceder a la licencia de importación”. “La Organización Mundial del Comercio establece un plazo máximo de 60 días para que los gobiernos autoricen las compras en el extranjero. Acá ese plazo no existe (se superan siempre los 60 días) y es un elemento más para frenar la salida de divisas, entonces todo eso hace que paulatinamente nosotros podamos llegar a perder competitividad, y son medidas que se toman aisladamente, porque en realidad el problema que tiene nuestro país es de inflación, de carga impositiva, es un problema que debe solucionar el Gobierno, para lo cual lo primero que tendría que hacer es tener un plan económico que nos diga a ciencia cierta, a los importadores, a los exportadores y a la ciudadanía en general, hacia dónde vamos en términos económicos”, expresó. Es que hasta el momento “se van formando parches, medidas que no favorecen a nadie, que generan incertidumbre y que demoran la salida de este estancamiento económico que se ha visto agravado por una cuestión sanitaria”. Mientras tanto “se siguen atacando las consecuencias, no se atacan las causas que producen este problema”.
Entre los sectores más afectados en Mendoza están los ligados a la agroindustria que requiere de insumos importados, como repuestos o tecnología.
Como informó nuestro diario, el vitivinícola es un sector muy afectado debido a la falta de botellas. “Sabemos que el Gobierno de Mendoza está llevando adelante las tratativas porque justamente, para poder conseguir envases de vidrio, tenemos que tener los permisos suficientes para importar”, destacó. La falta de envases de vidrio afecta también a la industria olivícola y de conservas. Es que si bien el impacto es mayor sobre los vinos, no deja de golpear a la industria conservera, que requiere frascos.