El rápido avance de plantas exóticas invasoras en la alta montaña de todos los continentes causa preocupación entre científicos y ambientalistas. Una investigación internacional detectó que la riqueza de especies vegetales invasoras en diferentes regiones montañosas del mundo creció un 16% en 10 años. Mendoza no está exenta a tal hecho, las evidencias que se reunieron a nivel local indicaron que “las montañas mendocinas atraviesan la misma amenaza a la conservación por invasiones”.
En la provincia hay una planta exótica que encendió las alarmas: la rosa mosqueta (Rosa rubiginosa). Sin embargo, también preocupa el avance del tamarindo (Tamarix sp). Aunque la lista de invasoras comunes en la cordillera mendocina se completa con hierba del paño, diente de león, retama, correhuela, lengua de vaca, cardo común, oreja de ratón, cardo ruso, conejito, trébol y alfilerillo.
Para profundizar sobre el tema, El Sol dialogó con investigadoras del Conicet Mendoza, que integran el grupo autodenominado PIBAS (Plantas, Invasiones y Biodiversidad de los Andes), y fueron parte de la investigación internacional: Agustina Barros, Valeria Aschero, Alisa Álvarez -del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales- y Lorena Bonjour – del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas-.
Las expertas explicaron que en el estudio, liderado por Iseli Evelin y Jake Alexander del Instituto de Biología Integrativa de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, participación 34 científicos de todo el mundo que analizaron la situación en zonas altas de Estados Unidos continental, Hawái, centro y sur de Chile, Noruega, Suiza, Tenerife, India, y Australia. Y aclararon que Argentina no formó parte del análisis porque al momento de la elaboración apenas llevaban un año de mediciones en el país.
¿Cuál es la situación de la montaña mendocina?
El trabajo, recientemente publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, fue impulsado por la Red Mundial de Investigación sobre la Invasión de Montañas (MIREN), que busca entender los efectos del cambio global en la distribución de especies y sobre la biodiversidad en las montañas tanto a escala local, regional y global.
“Lo que hacemos es desarrollar estudios observacionales y experimentales. Por ejemplo, en Mendoza, cada cinco años, desde 2017, monitoreamos la presencia de especies exóticas y nativas a lo largo de caminos vehiculares y de senderos de montaña. En nuestras montañas, una de las plantas invasoras exóticas que ha disparado señales de alarma es la rosa mosqueta (Rosa rubiginosa), que es una planta nativa de Europa e introducida con fines ornamentales hace cerca de un siglo”, señaló Valeria Aschero.
El grupo PIBAS -también integrado por estudiantes de la UNCuyo, voluntarios y otras personas interesadas en los relevamientos- detectó, en 2022, que la rosa mosqueta tenía presencia por encima de los 3.700 msnm, cuando en 2017 esa misma especie, permanecía por debajo de los 3000 msnm. “En base a nuestros datos, alrededor del 12% de las plantas de nuestras montañas son exóticas, y hemos detectado en altas elevaciones especies nuevas que no fueron observadas previamente en los estudios florísticos. La evidencia sugiere que las montañas mendocinas atraviesan la misma amenaza a la conservación por invasiones que otras regiones del mundo”, señalaron las investigadoras.
En este sentido, añadieron que otra planta invasora común en la provincia es el tamarindo, particularmente en las zonas de llanura y humedales: “La invasión del ambiente por tamarindos pone en riesgo la conservación de la biodiversidad en lugares importantes como refugios de avifauna, sitios de gran valor cultural y de provisión de recursos hídricos como la Laguna de LLancanelo y las márgenes de ríos en el sur-este mendocino”.
Las regiones más afectadas en Mendoza
“En nuestra región de estudio hemos observado que tanto los sectores de mayor aridez (por ejemplo, Villavicencio) como aquellos de mayores precipitaciones (Cordón del Plata) tienen similar riqueza de plantas no nativas, pero la cobertura de exóticas es mayor en los sitios más húmedos, sugiriendo que el grado de invasión es mayor en estos ambientes”, indicaron las investigadoras.
De esta manera, enfatizaron que los sectores más complicados son los suelos más fértiles y con mayor contenido de humedad porque permiten el avance rápido de varias especies invasoras: “Esto se puede observar en diversas vegas de montaña en la cordillera frontal (vegas aledañas al sector de la Cascada del Salto). El avance de exóticas en estos ambientes es altamente preocupante debido a que son de alto valor de conservación por los servicios ecosistémicos que brindan -regulación de caudales, captura y depósito de carbono, alimento y refugio para la fauna, entre otros-“.
Además, detallaron que los sitios más invadidos son generalmente aquellos asociados al uso antrópico, “ya que el disturbio es uno de los factores principales que promueve la invasión de plantas no nativas”: ambientes naturales cercanos a poblados de montaña, zonas de uso turístico y recreativo, áreas con ganadería doméstica intensiva y de larga historia de pastoreo, áreas impactadas por la minería.
¿Cómo se expanden a ambientes naturales y qué podemos hacer?
Las especialistas afirmaron que las personas, los animales y los vehículos actúan como vectores de dispersión transportando semillas. Y el daño que sufre la vegetación nativa termina favoreciendo la invasión de estas plantas.
Cada poblador de Mendoza contribuye con sus acciones a favor o en contra de la biodiversidad de la provincia. Por ello, ser consciente del daño que se le podría hacer al ambiente es muy importante. ¿Qué surgieron desde PIBAS? A la hora de hacer un jardín lo ideal es utilizar plantas nativas. No tirar restos de plantas exóticas en la naturaleza y evitar tirar los restos de frutas y verduras en áreas naturales. Además, a quienes les guste hacer trekking, tener en cuenta que utilizar los senderos es una buena opción para no dañar la vegetación nativa y, lo ideal, sería limpiar ropa, calzado y equipo antes de recorrer un lugar.
La crisis de la biodiversidad
“La biodiversidad está en riesgo globalmente y también en Mendoza, es lo que llamamos la crisis de la biodiversidad”, afirmaron las expertas, quienes apuntaron que, en las últimas décadas, se ha puesto gran énfasis en destacar que la variedad de seres vivos del planeta está disminuyendo a un ritmo alarmante.
“Con solo cinco dedos de una mano podemos nombrar las principales causas de este colapso: los cambios en el uso del suelo, la sobreexplotación de recursos, el cambio climático, la contaminación y las invasiones biológicas. Estás cinco causas, todas relacionadas con las actividades humanas, actúan en conjunto, muchas veces potenciándose entre sí. Nosotras buscamos entender sus interacciones y sus consecuencias sobre la biodiversidad como foco de nuestros estudios”, dijo Aschero.
Por su lado, Agustina Barros explicó que las montañas son ecosistemas de alto valor de conservación, caracterizados por una gran biodiversidad y la presencia de especies únicas, tanto vegetales como animales: “La creciente invasión de plantas exóticas constituye una amenaza para la biodiversidad y para las contribuciones de la naturaleza a la sociedad, como la provisión de agua o el uso cultural del paisaje. Revertir el impacto en zonas que ya han sido invadidas es muy difícil y costoso, por eso lo más importante es limitar la llegada y el avance rápido de plantas invasoras hacia las alturas, lo que implica el compromiso de múltiples sectores –científico, gubernamental, de la sociedad civil, empresas– de forma coordinada”.
¿Dónde están los sitios MIREN en Mendoza?
Los sitios MIREN son las regiones del mundo donde se monitorea cada cinco años la distribución y abundancia de plantas exóticas y nativas en el gradiente altitudinal siguiendo un protocolo estandarizado. Son los lugares focales donde se colectan los datos que se analizan e integran en los estudios de la red internacional de colaboración en investigación sobre invasiones de plantas en las montañas.
“En el nodo de MIREN Mendoza trabajamos en tres áreas protegidas: Villavicencio, Manzano-Piuquenes, y Cordón del Plata, y ya tenemos dos registros temporales, en 2017 y 2022”, finalizó Aschero.
Fuente y fotos: Gentileza El Sol
