Las autoridades palestinas pidieron el martes un alto el fuego para evacuar a tres docenas de recién nacidos y otros pacientes atrapados dentro del hospital más grande de Gaza mientras las fuerzas israelíes luchan contra Hamas en las calles afuera y toman más territorio en el norte de Gaza.
Durante días, el ejército israelí ha rodeado el Hospital Shifa, decidido a apoderarse de las instalaciones en las que, según dice, se esconde Hamás, y debajo de ellas, para utilizar a los civiles como escudos para su principal base de mando.
El personal del hospital y Hamás niegan la afirmación. Mientras tanto, cientos de pacientes, personal y personas desplazadas están atrapados en el interior, con suministros cada vez más escasos y sin electricidad para hacer funcionar las incubadoras y otros equipos que salvan vidas. Con la refrigeración fuera de servicio durante días, el martes el personal estaba cavando una fosa común en el patio para más de 120 cuerpos en la morgue, dijeron funcionarios de salud.
Seis semanas después de iniciada la guerra, el enfrentamiento en Shifa y otros hospitales se produce mientras las fuerzas israelíes controlan franjas más grandes de la ciudad de Gaza y la parte norte circundante de la Franja de Gaza, diciendo que están expulsando y matando a los combatientes de Hamas.
Israel ha prometido aplastar el gobierno de Hamás en Gaza después del ataque sorpresa de los militantes el 7 de octubre contra Israel, en el que mataron a unas 1.200 personas y arrastraron a unos 240 rehenes de regreso a Gaza. Pero incluso cuando sus tropas controlan una mayor parte del devastado norte de Gaza, el gobierno israelí ha reconocido que no sabe qué hará con el territorio después de la derrota de Hamás.
El ataque –uno de los bombardeos más mortíferos e intensos del mundo en este siglo– ha sido desastroso para los 2,3 millones de palestinos de Gaza.
Más de 11.000 personas, dos tercios de ellas mujeres y menores, han sido asesinadas, según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás, que no ha podido actualizar sus cifras desde el viernes, citando la dificultad para recopilar información. Se ha reportado la desaparición de unas 2.700 personas. El recuento del ministerio no diferencia entre muertes de civiles y militantes.
