Según informan los investigadores, tras escuchar los disparos los hijos de la acusada, adolescentes menores de edad, acudieron a la habitación y observaron a Randy moribundo pidiendo ayuda. La madre les pidió que no avisaran a nadie y que volvieran a sus habitaciones.
Tras esto, la acusada pidió ayuda a sus hijos para intentar arrastrar el cadáver hasta el coche e intentar hacerlo desaparecer, pero era demasiado pesado para ellos por lo que a Thessalonica se le ocurrió una solución más tétrica, según publica el sitio de Telefe noticias.
Decidió utilizar un hacha para amputar las piernas del cadáver tras lo que volvió a pedir ayuda a su hijos para guardar los miembros amputados en varias bolsas de basura. Después decidió guardarlas en el armario de la habitación de su hija.
La siguiente parte del plan, según relataron después los niños a los investigadores, era trasladar las partes del cadáver en coche hasta un lugar apartado y prenderle fuego.