Unos 15.000 estudiantes de Mendoza no cuentan con recursos tecnológicos, es decir, con celulares o computadoras para llevar adelante su educación a distancia y virtual. En tanto, otros 8.990 estuvieron fuera del sistema educativo durante la cuarentena por el coronavirus.
El dato se desprende del informe de gestión del primer semestre del año que prepara la Dirección General de Escuelas. El documento al que accedió El Sol da cuenta que durante este período se profundizó la brecha socioeducativa como consecuencia de las medidas adoptadas para evitar contagios. El primer eje que apuntaba a mejorar durante el 2020, el gobierno escolar al frente de José Thomas.
“La educación es una herramienta fundamental para la transformación social. En los últimos años se ha logrado un gran avance en la universalización del acceso al servicio educativo. Sin embargo, todavía existe un enorme desafío por alcanzar una real igualdad educativa”, había apuntado la DGE.
En ese sentido, los datos de las evaluaciones de calidad educativa revelaban que hasta el 2019, entre los estudiantes con niveles socio económicos bajos, sólo 4 de cada 10 alcanzan resultados satisfactorios o avanzados en Matemática.
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A esto se sumaba el desafío de mejorar la tasa neta de escolarización. “La razón principal por la cual personas en edad escolar no comienzan los estudios o no los pueden finalizar es por motivos económicos o de trabajo, en un 62,4% de los casos (DEIE, 2018)”, puntualizaba el gobierno escolar.
Con esta realidad y en medio de la pandemia, se apuntó a dar soluciones a quienes tienen mayor vulnerabilidad socio-educativa. Es por eso que el 11 de abril se lanzó, en conjunto con organizaciones de la sociedad civil y empresas, la campaña “Tu ayuda nos conecta”, con el objetivo de recolectar 10.000 recursos tecnológicos que pudieran llegar a los estudiantes que no tuvieran un dispositivo para continuar de manera digital su trayectoria escolar.
Según se desprende del informe, se recibieron donaciones en especie y en dinero que permitieron llegar a 4.000 familias de toda la provincia. Los dispositivos se entregaron a las escuelas, y los estudiantes los recibieron en comodato por un período determinado.
Además, se habilitaron 75 de puntos wi-fi escolares y 850.000 cuadernillos pedagógicos.
Pese a esto, actualmente, 15.072 estudiantes tiene necesidades de recursos tecnológicos; 8.990 estudiantes con trayectorias discontinuas y 14.414 estudiantes con dificultad pedagógica.
“Parte de este desafío es la búsqueda de más soluciones tecnológicas para poder cubrir toda la demanda de estudiantes que necesitan estos recursos, así como ampliar la cobertura de conectividad en las zonas rurales o periféricas que no tienen esta condición necesaria”, apunta la DGE en el documento sobre los objetivos a seguir para la segunda mitad del año.
Para esto, se creó el Programa “Red de Apoyo a las Trayectorias Escolares”, orientado al abordaje de estudiantes de nivel primario y secundario.
De esta forma, las escuelas que detecten trayectorias de baja intensidad de sus estudiantes, tendrán varias alternativas para acompañarlos. Entre ellas contarán con el apoyo de estudiantes avanzados de los institutos de formación docente y con los profesionales de la educación que forman parte de los Centros de Apoyo Educativo (CAE), Universidades y otras organizaciones de la sociedad civil.
Además se dará inicio al Programa, Comunidades de Aprendizaje, que tiene el foco en el primer eje de gestión: disminuir la brecha socio educativa. El objetivo principal es lograr una mejora escolar a través del compromiso del aprendizaje colaborativo, la reflexión de sus prácticas y la socialización de experiencias exitosas de enseñanza y aprendizaje en comunidad.
