Mediante musicoterapia en Psiquiatría del Schestakow se están logrando muy buenos resultados en los pacientes

A mediados de marzo se inauguró un espacio de musicoterapia en el área de Salud Mental del hospital Schestakow, donde un grupo de pacientes se han ido desarrollando de manera muy positiva, teniendo en cuenta que con estas tareas la persona puede estabilizar y retomar el funcionamiento social.
La psicóloga Ariadna Campderrós, quien forma parte de la coordinación del equipo de Salud Mental, explicó que el que es algo innovador lo que está llevándose a cabo en el nosocomio local, ya que “tener un espacio de musicoterapia integrado a un espacio de salud mental, potencia y favorece el bienestar y la capacidad simbólica de los usuarios y las usuarias, y es innovador que este espacio haya sido abierto en un hospital general”. “Tenemos referencias de otros espacios en hospitales monovalentes, pero no en hospitales generales”, expresó y recordó que tanto el hospital como la cooperadora colaboraron con instrumentos y –agregó– “ha sido algo maravilloso de esta gestión de la dirección y de la cooperadora, el acompañar la inauguración del espacio con instrumentos, con mesas, etcétera”.
Este espacio de musicoterapia funciona de lunes a viernes, y los sábados cada dos semanas, con los pacientes que están internados en el servicio de Salud Mental, y también con algunos usuarios con los que se trataba desde lo ambulatorio y que concurren, ya que han enlazado y están cómodos con las vivencias allí generadas. La participación es voluntaria, por lo que si un paciente no desea participar, no lo hace.
El licenciado Flavio Baldassi expresó que se trabaja dentro de la lógica de rehabilitación psicosocial. “Trabaja todo el equipo y focalizamos en tres ejes: el eje de organización de la persona, el eje subjetivo y el eje psicosocial. Lo hacemos para que la persona se pueda estabilizar y retomar el funcionamiento social”, dijo y resaltó que a veces se ven niveles muy altos de vulnerabilidad y de desorganización de la personalidad, lo cual es corregible ya que el paciente posee ganas de avanzar a través de estas terapias grupales, que hacen que vayan formando una “mini-comunidad” y que de esa manera “se preparen para salir”.
Se ofrecen instrumentos rítmicos, armónicos y melódicos, siendo los primeros de ellos los que ayudan a mejorar la organización, la armonía refuerza la conexión y la escucha, mientras que los melódicos alcanzan niveles más expresivos. No siempre tocan de manera grupal, sino también clínicamente, en procesos más largos dependiendo de los cuadros.
“Estamos muy felices de que la salud pública pueda ofrecer esto a los pacientes, apuntamos a la atención central en el paciente que es no solamente abarcar el aspecto de la medicación y la asistencia médica, si no como un todo, favorecer su tratamiento”, añadió Gabriela Lafi, subdirectora asistencial del hospital.